248.000 euros son los que quiere invertir en el Ayuntamiento de Aranda de Duero para el arreglo de caminos rurales en el término municipal. La licitación para la contratación de estos trabajos acaba de publicarse, abriendo el plazo hasta el 19 de septiembre, para unas actuaciones que recibirán la subvención del fondo de cooperación local.
Aranda cuenta con una red de caminos rurales que se encuentra muy deteriorada debido a la falta de mantenimiento y, en parte, a malas prácticas por parte de los propietarios de parcelas colindantes. Los arrastres de agua y las roturas de los firmes forman parte de la mayoría de los daños.
Con esta actuación se quieren reparar un total de 154 kilómetros de 62 caminos diferentes sin incluir los de la Pedanía de la Aguilera. Y se delimitan cuatro sectores: El atravesado por las carreteras BU-925 y BU-950, así como por el canal de Guma (36 km). Así se actuará en los camino de La Vega, del Lote, Jarbijera, de la Peña a Hontoria, de Sinovas a Quemada, Moratín, El regalado, Las Alagunas, Los Melonares, Capa Azul, del Vado y Tapias blancas.
El segundo sector corresponde al colindante a La Colonia (34 km) y aquí se encuentran los caminos de Arandilla, de la Cruz, de San Pedro, de Vadocondes, de la Escalerilla, de Navafría, de La Colonia, de la Rinconada, de la Presa, al Picocho y Cantaburros.
Otra área se sitúa al suroeste de Aranda, donde se creó el polígono industrial Prado Marina. Unos 23 kilómetros repartidos entre los caminos Santacruz, Valdolé, de Roa a Fresnillo, Zúñiga, a Campillo, a Paraje Campillo, Hoyo Verde, Torreadrada, Valdecañal, Torremilanos y Los Pocicos.
Por último, y donde existe la mayor concentración de caminos, se encuentra al noroeste del término municipal incluyendo Sinovas: La Lorenzana, Los Monjes, Fresnero, La Lobera, al vertedero, Potillejo, Santiago, al Punto limpio, Pinar al Hoyo, Mata, Zabala, senda alta de Quintana a Aranda, Carboncillo, la Teja, Montehermoso, a Villalba, a camino Quintana, El Julián, de las Rogativas, Lontanar, La Regadera, Gayubares, Los Prados, a Sinovas, de Sinovas a Gumiel de Izán y La Rastrilla. Todos ellos uman algo más de 61 kilómetros.
Para todos ellos se contempla la poda de la vegetación situada junto a los caminos, el desyerbe, también de los pasos laterales, y la limpieza y excavación de cunetas. También la compactación del suelo, y la construcción de pedraplén para favorecer la filtración de las aguas. Para aquellos caminos con un firme irregular o deficiencias, las bases indican que hay que reforzar los tramos con una capa de zahorra.
Y se propone la pavimentación de algunos caminos propensos a la reaparición de baches. Son el Arandilla en 2 kilómetros, el de La Cruz (1,2 km), Navafría (800m), Santa Cruz (1 km) y Valdolé (600 m).
Imagen: El camino Melonares llega a presentar esta imagen con la llegada de las lluvias./ DR
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