Imágenes de cualquier día en el aparcamiento de autocaravanas de Aranda de Duero o la reciente quedada organizada por el colectivo ‘Adictos a las Kedadas Autocaravanistas’ (AKA) que se celebró el pasado fin de semana dejan patente el interés de las personas que utilizan este tipo de turismo por la ciudad. El problema es que los espacios que se encuentran dirigidos a estos turistas son mínimos y son condiciones dejan mucho que desear.
En estos momentos, Aranda de Duero cuenta con una zona de estacionamiento de caravanas de sólo 13 plazas en un lugar poco llamativo, en medio de una explanada que sirve también de parking en la denominada Quinta Julia, compartiendo espacio con 120 vehículos más.
“El lugar no es el más idóneo”, explica el coordinador de AKA en Aranda, José Antonio Medrano, ni hay cabida suficiente para el turismo en caravana, ni lo poco que hay funciona. Y es que la columna que servía para el vaciado y el suministro de aguas se rompió hace más de un año durante las obras de construcción de la comisaría local y a día de hoy no se ha arreglado. “Quedó inservible y nadie la ha reparado ni han puesto nada provisional”, explican los autocaravanistas. Semanas antes de la celebración del festival Sonorama se puso un grifo para suministrar agua, pero no se ha hecho más.
La queja ha llegado al Ayuntamiento de Aranda de Duero y han sido dos las reuniones que se han tenido con el concejal de Turismo de la ciudad, pero por el momento la respuesta para plantear un nuevo espacio de autocaravanas o un arreglo provisional de la columna del que hay no ha llegado. “Queremos turismo, pero no nos queremos molestar en invertir para que ese turismo pueda permanecer”, se lamenta Medrano, indicando que si no se toma una decisión rápida el turismo en caravana bajará considerablemente. “Nos están poniendo unas críticas que dan miedo, y cuanto más hablen mal de Aranda es peor. Es difícil ganar prestigio y muy fácil perderlo”, comenta.
Más de 12.000 euros de gasto en sólo cuatro días
El turismo en caravana es un turismo “que deja dinero”, asegura Medrano. Porque, aunque sí que es verdad que no incide en el sector del alojamiento, el hecho de que se minimicen los gastos en ese aspecto hace que cada vez sean más las familias que optan por este tipo de viajes, aumentando el número considerablemente. Y muchas de las personas viajan “con la casa a cuestas” porque lo ven más cómodo, y no por ahorrar dinero.
Por tanto, se puede considerar que este tipo de turismo “es de calidad” como así se comprueba en la tercera quedada realizada en Aranda. En sólo cuatro días, las 95 familias que participaron se gastaron 12.315 euros en la ciudad. ¿Cómo se ha obtenido esa cantidad? A ello responde Medrano. “Ponemos una urna para que todos los que vengan vayan metiendo ahí los tickets de compra que han realizado. Compras en tiendas, supermercados, restaurantes…”, explica. Por eso se sabe que al menos el gasto por persona ha sido de 50 euros.
Mallorca, Murcia, Málaga, Granada, Galicia o Barcelona son algunos de los lugares desde los que llegaron los participantes.
Participantes de la última quedada./ DR
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