La reapertura de la piscina municipal climatizada de Las Francesas el pasado mes de noviembre llevó consigo no pocos problemas que empezaron a visualizarse con la entrada de los usuarios. El Ayuntamiento de Aranda de Duero ha ido solventando algunos y ahora consigue uno más, el de la silla hidráulica que permite a las personas con movilidad reducida entrar y salir del agua de una forma segura y cómoda.
Se estropeó muy pronto. “La temperatura destrozó una pieza que estuvo fallando un tiempo”, recuerda la concejala de Deportes Belén Esteban. Todo se hubiese arreglado cambiando esa pieza, pero la cosa empeoró cuando se comprobó que se trataba de una pieza que apenas se fabricaba, y no en España.
La silla finalmente dejó de funcionar, y las personas usuarias que precisaban de ella tuvieron que dejar de ir a hacer ejercicio a la piscina porque no podían acceder al vaso. “Se les ha explicado la situación y entiendo que es desesperante”, manifestaba la concejala.
Y ha sido ahora, hace pocos días, cuando por fin la pieza ha llegado a las instalaciones municipales, haciendo funcionar este aparato que permite, ya, la llegada de personas con problemas de movilidad.
Otros problemas que se solucionaron fueron los de los encharcamientos que se producían en las duchas por el mal sellado de los sifones. O se han solventado en parte las goteras que se estaban produciendo. Se cerraron las instalaciones durante un día para hacer esto último, pero otros trabajos se tendrán que realizar en el mes de agosto para que la empresa adjudicataria del arreglo de la piscina, Peache, ejecute un plan de actuación para que las instalaciones se encuentren en perfecto estado. Unos trabajos que los realizará sin ningún coste para el Ayuntamiento.
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