El 20 de septiembre falleció el doctor Fidel José Fernández y Fernández Arroyo, naturalista que dedicó su vida al estudio, divulgación y defensa de las Hoces del Riaza y su entorno. Su capacidad de trabajo y sacrificio fue excepcional realizando, de manera totalmente altruista, un minucioso estudio durante 48 años ininterrumpidos, de la población de más de 330 vertebrados contabilizados en estos parajes.
Los naturalistas “Montejanos” se han quedado huérfanos tras la dolorosa marcha de Fidel José. Pero la asociación Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza que él presidía, ha decidido que esta historia debe continuar en honor y respeto a su memoria.
Así que, como viene sucediendo desde hace 40 años, el atardecer del 12 y el amanecer del 13 de noviembre, tendrá lugar el Censo de Otoño, en el que contarán todos los buitres de la zona, además de toda la fauna que se detecte por parte de los más de 100 naturalistas que se darán cita en este particular evento. De manera altruista, sufragando cada participante sus gastos, venidos de hasta 10 comunidades autónomas, e incluso desde Italia, los “Montejanos” no fallarán a su cita.
El sábado día 12 a las 12h., en la casa de la cultura de Milagros, amablemente cedida por su ayuntamiento, se celebrará la reunión de coordinación. El domingo 13 a las 11h., finalizado el censo, el sacerdote y ornitólogo D. Pedro Rodríguez Panizo, oficiará una misa dedicada a Fidel José en la Iglesia de Montejo, cuya homilía estará cargada de emotividad. Después, a las 12 h. en el Ayuntamiento de Montejo tendrá lugar la Asamblea General del Fondo, donde se tratarán los datos provisionales del censo, aspectos como la continuidad del seguimiento, elección de nueva junta directiva, homenajes previstos a Fidel José, etc.
Si cada año el Censo de Otoño tiene una gran carga emocional, por el reencuentro entre naturalistas que se dan cita en un ambiente de colaboración excepcional, este año será aún más especial, por la falta de Fidel José, que será testigo desde las alturas en las que se elevan los grandes buitres, a los que tanto estudió, defendió y amó.
En 1974, gracias a Félix Rodríguez de la Fuente, se creó el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega gestionado por ADENA (ahora WWF/España) y simultáneamente el Refugio de Linares del Arroyo gestionado por la Confederación Hidrográfica del Duero. Estos refugios, junto a otras zonas aledañas de los municipios de Montejo de la Vega, Maderuelo y Valdevacas, formaron el Parque Natural de las Hoces del Riaza.
Fidel José Fernández y Fernández Arroyo realizando trabajo de campo. / Imágenes facilitadas
Nada más comenzar esta historia de conservación, el entonces joven naturalista Fidel José, destacaba por su interés en el estudio y conservación de la naturaleza, queriendo conocer así la eficacia de estas medidas de protección pioneras en España. En 1975 recibe el Primer Premio Fáraday por su estudio de la población de aves del Refugio. Y así ha sido hasta el final de sus días, dedicando más de 55.000 horas de campo al seguimiento de la fauna de la zona.
Fidel José ha sido “El Alma del Refugio” y junto a los guardas qué tanto veneraba, como el desaparecido Hoticiano o los actuales guardas Jesús Hernando (hijo de Hoticiano) y Francisco Martín Calleja, cientos de naturalistas y por supuesto, los habitantes de estas tierras, han hecho de este espacio natural especial, una de las más bellas historias de conservación de nuestro país, reconocida incluso a nivel internacional.
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