El fin de semana que hemos dejado atrás no ha sido nada bueno para los agricultores de la comarca ribereña. Tres tormentas en diferentes momentos del sábado y el domingo han dañado, y mucho, las cosechas en diferentes puntos de la zona. Los trabajadores del campo están angustiados ante la pérdida, y apesadumbrados por lo que pueda venir, teniendo en cuenta que aún se prevén tres jornadas en las que las tormentas pueden hacer acto de presencia.
La primera en llegar fue la menos dañina, pero aun así tuvo sus efectos. Sobre las seis de la tarde del sábado caían en apenas cinco minutos 30 litros por metro cuadrado en la zona de Tubilla del Lago, Villalbilla de Gumiel y Gumiel de Izán. “Vino agua con un aire muy fuerte, pensábamos que era sólo de aguan hasta que llegamos al campo y vimos que estaba todo agujereado”, explica Julián Fernández, agricultor de Tubilla del Lago.
Luego llegó la noche empeorando la situación y sobre las dos y media de la madrugada empezó a caer por Vadocondes, Santa Cruz de la Salceda, Fuentelcésped, San Juan del Monte o Zazuar. En este último término el viñedo se ha dañado en un 50%. “El daño es serio”, indica desde Zazuar Javier Astigarraga. “Ha sido más fuerte precisamente donde no se había helado en mayo”, ampliando aún más la zona afectada en esta campaña.
Después vendría el desastre final, el ocurrido en la tarde de ayer domingo. Entre las 5 y las 7 de la tarde se sucedieron dos tormentas con granizo de más de 2 centímetros de diámetro que arrasó allí por donde pasaba. En Peñaranda de Duero, Huerta de Rey o Arandilla quedaba el viñedo destrozado. El cereal, para una zona donde aún quedaban unos 20 días para cosechar, también ha sufrido estragos partiendo las espigas y desperdigando los granos. A eso se añaden los girasoles agujereados. Y daños en los caminos.
Ahora se mira con miedo al futuro más cercano, en el que las tormentas entran en las previsiones para la comarca.
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