El Procurador del Común ha contestado a una reclamación hecha por un ciudadano ante el temor de que la concesión del Palacio de los Condes de Miranda de Peñaranda de Duero a una empresa hotelera lleve consigo el cierre a las visitas de este Bien de Interés Cultural catalogado desde 1923.
Su respuesta es clara: La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte dependiente de la Junta de Castilla y León, propietaria de este inmueble debe garantizar “un régimen de visitas que permita el acceso a los ciudadanos”. Pero tiene en cuenta que también debe proteger el inmueble, algo que va a realizar la empresa Castilla Termal (Grupo Olmedo Hoteles) a cambio de la explotación hotelera de este patrimonio cultural a cambio de un canon anual de 56.000 euros. Todo ello por un periodo de 50 años prorrogable a 75.
Y es que el contrato firmado con la empresa incluye la inversión de 12 millones de euros en la rehabilitación del palacio para convertirlo en un hotel termal. También se prevé la contratación unas 80 personas. Pero el problema viene derivado cuando se anunció que muchas de las salas históricas del palacio serán convertidas en suites, como el Salón de Embajadores, que se transformará en una suite de cerca de 140 metros cuadrados.
El procurador del común respalda la cesión haciendo hincapié “en el elevado importe económico que ha supuesto y supone el mantenimiento del Palacio”, señalando que este contrato permitirá la realización de las tareas de rehabilitación y mantenimiento, sin que deje de tener un carácter público tanto el suelo como de la edificación.
Pero recuerda que existe una Ley, la de Patrimonio Cultural en Castilla y León, que establece que los bienes de Interés Cultural deben abrir sus puertas a investigadores y a la visita pública gratuita durante al menos cuatro días al mes. Algo que recogía el pliego de condiciones de la cesión.
La propia comisión de valoración creada en el procedimiento de contrato señalaba que el uso de las salas nobles limitaría la obligación de permitir la visita pública, indicando que “se consideran claves y definitorios de la identidad del edificio”. Pero no será hasta la apertura del hotel cuando se determinará el régimen de visitas, que también tienen que ser al denominado Salón de Embajadores.
Las visitas, de momento, están garantizadas hasta el 1 de septiembre gracias a un convenio de la Junta con el Ayuntamiento de Peñaranda de Duero.
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