Aprovechando la última cata del año, una cata de vinos dulces valorada en 5.000 euros, la Asociación Enológica de Ribera del Duero (Enoduero), nombró como primer socio de honor a Javier Ausás, director técnico de bodegas Vega Sicilia, en una velada en la que 65 enólogos pudieron comprobar la calidad de los grandes dulces de Hungría y Francia. Así, se cataron tres regiones vinícolas, tres maneras de hacer; y se hizo especial hincapié en dos regiones históricas: Sauternes, la más conocida, y Tokaji, considerado como el vino de los zares. “Los vinos Sauternes son amplios y untuosos mientras que Tokaji pierde esa untuosidad por ser más mineral al estar en suelo volcánico”, explica Ausás, quien recordó de una forma muy amena, la experiencia de Vega Sicilia a la hora de poner en marcha su bodega en Hungría. “Es una región histórica alucinante”, resume.
De cara al futuro, el enólogo de esta prestigiosa bodega dio algunos consejos como la importancia de hacer “grandes vinos”, independientemente de las modas y de impregnar una personalidad propia en cada proyecto.
Satisfecho, el presidente de Enoduero, Ángel Luis Margüello, dio por cerrado un año en el que ha habido muchas actividades de interés, y en el que se ha apostado por la formación. “En esta cata hemos tenido la oportunidad de probar vinos que en su conjunto son casi inaccesibles por el precio”, apunta.
Las cuentas además, responden. “Desde nuestro inicio, hace cinco años, hemos crecido como asociación con recursos propios, sin la ayuda de la administración, y gracias a la ilusión y el trabajo, hemos logrado estar en superávit”.
El próximo mes de marzo, la asamblea general renovará los cargos de la junta directiva. “Es importante que entren ideas nuevas para seguir creciendo”, concluye Margüello quien agradece a sus compañeros el esfuerzo realizado en estos años.