En una clínica de Aranda de Duero fallecía el pasado mes de agosto un perro doméstico, víctima del abandono de sus dueños. Y es ahora cuando la Guardia Civil ha identificado al dueño del animal y a la persona que se encontraba custodiándolo. Un pastor de 65 años y un hombre de 59, acusados de un delito de abandono de animal doméstico.
Un particular daba aviso de que en el cauce del río Esgueva se encontraba una mascota que presentaba gran debilidad y graves lesiones en las extremidades. Fue trasladado a una clínica veterinaria de Aranda. Allí fue explorado, limpiado y recibió un tratamiento intravenoso con suero, antibióticos y antiinflamatorios. No se pudo hacer más, porque a las pocas horas fallecía finalmente.
A partir de ahí, el SEPRONA de la Guardia Civil inició una investigación sobre lo ocurrido con este macho de nueve años de edad, mestizo de raza pastor alemán. Estaba afectado por parásitos, deshidratado, desnutrido, presentaba una importante pérdida de peso y graves heridas –con larvas de mosca- en extremidades que le impedían moverse.
Poseía microchip y se pudo identificar al propietario, un vecino ribereño. El animal ayudaba a su dueño en las labores de pastoreo de ganado. El hombre conocía el estado de las heridas las cuales curaba, pero a primeros de agosto tuvo que dejar al cánido y al rebaño al cuidado de un amigo. A su regreso se enteró de la desaparición. No supo cuánto tiempo llevaba perdido, pero tampoco denunció su falta al pensar que iba a regresar.
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