Dos años después, las cucañas han vuelto a la ribera del río Duero. Tras el parón de la edición 2020 por motivos sanitarios y la no celebración de las fiestas patronales, este acto tan tradicional en el programa ha retornado con fuerza y éxito de público. Decenas de personas se aglutinaron en la ribera del río y también en las inmediaciones del puente mayor para disfrar de la primera jornada de cucañas, desarrollada en la tarde del miércolesy organizada por el Club Deportivo Espeleoduero.
La cita se repite también el jueves y el viernes, desde las seis de la tarde, en el mismo emplazamiento. El juego de la cucaña consite en marinear, solo con ayuda de brazos y piernas, por un poste horizontal de aproximadamente cinco metros de longitud, que suele estar alisado o embadurnado con alguna sustancia resbaladiza.Este juego se originó como pasatiempo en Napolés durante el siglo XVI.
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