La Comisión de Ética Pública da un varapalo al exvicepresidente de la Junta e Castilla y León, el procurador de Ciudadanos Francisco Igea, quien pedía una sanción para la persona que ahora ocupa su lugar, el procurador de VOX Juan García-Gallardo.
Igea pedía la revisión por parte de la comisión de ética de la administración regional al tener conocimiento de que García-Gallardo acudió como invitado a la corrida de toros que tenía lugar durante las fiestas de Roa el pasado 17 de agosto. Finalmente, una vez estudiado el caso, esta comisión considera que “no han vulnerado el código ético”.
Acudió invitado por un simpatizante de su partido, sí, pero no para estar en el espacio reservado a las autoridades sino para ocupar un sitio en el tendido con el resto del público. Y aunque sí que bajó al palco de las autoridades por unos minutos, lugar donde se hizo una de las fotos que el propio vicepresidente colgó en su cuenta de Twitter, se ha demostrado que luego tomó asiento en otro lugar reservado para los espectadores.
Por tanto, la denuncia queda archivada, como también se archiva la que presentaba Igea contra el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, al acudir a París el pasado mes de mayo para asistir a la final de la Champions.
La comisión de ética señala que una denuncia debe ir acompañada de la documentación que avale una posible existencia de un regalo o beneficio “antes de presumir la existencia de un comportamiento irregular y obligar a la persona a justificar cualquier actuación que realice”. Por ello entiende que incoar un posible procedimiento sancionador se traduciría en un “precedente peligroso”: todas las personas denunciadas deberían estar demostrando de forma permanente su inocencia”.
En el caso de García-Gallardo, es verdad que su asistencia no la registró en su agenda en el momento en que acudió a Roa, sí después. Y la normativa señala que pueden ser actualizadas hasta un máximo de dos semanas después.
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