Josué Martínez Gallo es el nuevo agente de impulso rural que trabaja en la Ribera del Duero. Un servicio que se va a prestar durante todo 2023 en la comarca, con oficina en Roa de Duero, que nace en apoyo al emprendimiento en los pequeños pueblos. Con él queremos hablar hoy para conocer más del proyecto.
- ¿Qué es un agente de impulso rural?
- Somos trabajadores de la Diputación de Burgos financiados por la Junta de Castilla y León, a través de SODEBUR. Nuestra función es la de asesorar a empresas y emprendedores, prestar apoyo técnico en la elaboración de plan de empresa, en la búsqueda de financiación para proyectos concretos, ofrecer información de subvenciones e incentivos, tanto de SODEBUR como del resto de entidades a nivel nacional, regional o local, y potenciar los recursos endógenos de cada territorio. Del mismo modo trabajamos en el fomento de la cultura empresarial en el medio rural y colaboramos con los agentes socio económicos del territorio.
- ¿Quiénes puede acudir a este servicio?
- Puede acudir cualquier emprendedor o empresario de la comarca que tenga en mente la idea de abrir un negocio o de ampliarlo.
- ¿Cómo pueden hacerlo?
- Estamos ubicados en el ayuntamiento de Roa, abiertos de lunes a viernes de 8:30 a 15:00 y los martes y los jueves de 16:30 a 19:00, pero nuestro servicio está destinado a ser accesible para todos, por lo que nos moveremos por toda la comarca y la idea es que se pueda dar atención presencial o por medios telemáticos como mail o teléfono a toda aquella persona que lo necesite.
- ¿Existen muchas ayudas para el emprendimiento rural?
- Es importante ayudar a los emprendedores rurales porque son los que más difícil lo tienen. Desde SODEBUR tenemos ayudas para la transferencia de negocios, microcréditos para crear o ampliar empresas, también para la contratación de trabajadores. También las hay por parte de las Asociaciones de Desarrollo Rural y de la Junta de Castilla y León.
- ¿Y para las empresas ya establecidas?
- Por supuesto, al final la idea no es sólo fomentar proyectos de nueva creación, sino que se creen nuevas empresas y que las que ya existen tengan ese “empujón” o esa “palanca” (ahora que está tan de moda esa palabra) para que perduren en el tiempo y fortalecer el tejido empresarial. Eso sólo puede significar cosas buenas para el entorno. Un ejemplo como decíamos antes, serían las de contratación trabajadores o las de microcréditos.
- ¿Opinas que hay opciones de negocio en la zona por descubrir?
- Siempre hay ideas de negocio por explorar, ya sean nuevas o adaptadas a lo que podemos encontrar fuera de aquí. Creemos que hay que potenciar especialmente lo local y sus necesidades. Negocios relacionados con el patrimonio, el vino, economía de los cuidados o economía circular pueden ser especialmente fructíferos.
- ¿Hacia dónde podrían ir encaminadas?
- Creo que todo lo que esté encaminado en atención asistencial a domicilio a personas mayores o dependientes tiene futuro. Generaría empleo, hay mercado y además conseguiríamos brindar una mayor calidad de vida, ganamos todos. Las personas mayores merecen todo, porque son los que han sacado este país adelante, se dice mucho como tópico, pero no por mencionarlo muchas veces es menos cierto.
También hay que ser consciente de que aquí tenemos la suerte de que la industria vitivinícola y agraria es muy potente y que en colaboración con otros sectores como el turismo se adapta como anillo al dedo al medio rural, además tenemos muchos ejemplos de empresas de estos sectores que apuestan por la innovación, digitalización y nuevas formas de promoción de sus actividades, hay que romper con esa idea de que el medio rural está estancado y no apuesta por las nuevas tecnologías.
- ¿Qué necesita la Ribera del Duero para que sea más fácil emprender en las zonas rurales?
- Depende de muchos factores, pero para mí la clave es la colaboración de todos los agentes económicos implicados. El trabajo de los entes públicos nacionales, regionales y locales para que implanten políticas que incentiven el emprendimiento en el medio rural, por ejemplo: favorecer el acceso a la vivienda y a suelo industrial a un precio asequible, que existan menos impedimentos burocráticos, mejora de infraestructuras de comunicación terrestre y digital, etc. También dar a conocer el trabajo de las distintas asociaciones y fundaciones públicas y privadas que pongan énfasis en la formación y orientación laboral a emprendedores. Es todo un proceso que acaba fomentando la iniciativa privada.
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