La cesión del servicio de autobuses entre Madrid y Aranda de Duero de AISA, la anterior adjudicataria, a ALSA, la nueva, ha favorecido a muchos usuarios. Pero no a todos. Ha beneficiado mucho porque se amplía el número de frecuencias, porque se consigue que de nuevo haya una conexión con el aeropuerto de Madrid y porque, de momento, no está habiendo problemas para adquirir los billetes en los que no se han subido los precios.
Pero lo dicho, el cambio no ha sido bueno para todos. Porque los grandes perjudicados en esta variación, que se producía el pasado 9 de diciembre, son los habitantes de los pequeños pueblos por donde pasan los trayectos que hacen las rutas que no van directas. Poblaciones de la comarca burgalesa como Pardilla, Milagros y Fuentespina; o de la provincia de Segovia como Santo Tomé Del Puerto, Cerezo De Abajo, Castillejo De Mesleón, Boceguillas, Fresno De La Fuente, Carabias u Honrubia de La Cuesta ven en el canje el lado más negativo.
El motivo no es otro que el de no poder subir al autobús en la mayoría de los casos, dejando así a pueblos incomunicados. Y encima viendo cómo pasa el vehículo de ALSA “por delante de sus narices”, porque la ruta llega, pero sin poder acceder al autobús.
Un ejemplo. Esta misma mañana, en Boceguillas. De las dos personas que estaban esperando el autobús para dirigirse a Aranda de Duero sólo una ha podido subirse. Y era porque contaba con un billete adquirido a través de Internet, aunque desde Cerezo de Abajo. En cambio, la otra persona no ha podido subirse porque es imposible comprar un ticket Boceguillas- Aranda de Duero cuando sí que puede hacerlo desde Boceguillas a Madrid.
Situaciones así de incongruentes son las que se están dando. Muchos de los habitantes de estos municipios no pueden llegar a Aranda porque, además, resulta que el conductor no proporciona el billete, algo que sí que se hacía, ya que ahora sólo está permitido hacerlo online o en las cabeceras del trayecto. Y más rocambolesca todavía es otra situación que se está dando: los autobuses pasan por todos y cada uno de los pueblos marcados en la ruta, aunque nadie se baje ni se suba en ellos cuando antes esto no ocurría, sino que sólo entraban en las localidades si existía demanda.
Las quejas han llegado a ALSA por parte de los afectados. Se pide que se vuelva a restablecer un servicio que hasta el 8 de diciembre se ha estado dando a las pequeñas poblaciones. Un servicio que lleva décadas realizándose con la empresa Navarro, con la Continental, con el propio ALSA y con AISA; y que ahora ha desaparecido.
La respuesta ha sido rápida, pero se ha limitado a agradecer la sugerencia recibida, sin más noticias hasta el momento.
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