Malestar en Santa Cruz de la Salceda por el botellón descontrolado

Los vecinos de la localidad de Santa Cruz de la Salceda sienten que no merece la pena que personas, sobre todo jóvenes, de otros municipios participen en sus fiestas. El motivo: la basura que dejan, los actos vandálicos y las peleas.

El pasado fin de semana tuvieron lugar las fiestas del municipio en honor a la Virgen del Tamarón y el resultado fue bastante desastroso con farolas y tiestos rotos, orines por las calles y multitud de basura que se extendía por todo el pueblo. Y se temen que el próximo la situación prosiga, ya que continúan las fiestas. Si este último sábado fueron cinco los autocares que se desplazaban desde Aranda de Duero a la localidad ribereña, para el próximo ya se están comenzando a vender billetes. “¿De verdad merece la pena hacer fiestas en los pueblos?”, se pregunta el presidente de la asociación La Olma de Santa Cruz de la Salceda Javier Mateo.

 

 

Y es que de nada sirve cuidar un pueblo “si en una sola noche lo destrozan”, apunta este vecino, quien pide alguna fórmula para acabar con esta situación.

No entiende que la verbena finalice a las 4:30 horas y que los autobuses no regresen a Aranda hasta a partir de las 7:30 horas, y se pregunta sobre la posible responsabilidad de la empresa que pone los autocares. Tampoco comprende que las tómbolas, que puedan estar abiertas hasta las 10 de la mañana, puedan expender alcohol.

La situación se lleva produciendo hace años en las fiestas, pero esta edición ha sido la peor de todas teniendo que salir los propios vecinos el domingo por la mañana a realizar una batida de limpieza por el pueblo.

 

 

Pero esto no ocurre únicamente en Santa Cruz de la Salceda. Vecinos de otros pueblos que están organizando sus fiestas llevan tiempo temiendo este momento. Y coincide con los que cuentan con servicio de autobús para que jóvenes acudan a ellas cargados de bolsas con bebidas para hacer botellón por las calles. “El último año, antes de la pandemia, vinieron siete autocares y los jóvenes dejaron el pueblo lleno de basura y destrozos. Eso sin contar que los vecinos tuvimos que llamar en varias ocasiones al servicio de urgencias porque encontrábamos a algunos tirados en la calle totalmente borrachos y en un estado peligroso”, comenta una vecina de Adrada de Haza, uno de los municipios que sufre este “turismo de botellón”.

“Ya no sé qué solución se puede dar porque esto es un salvajismo, no tiene nombre”, comenta el alcalde de Santa Cruz de la Salceda. Desde el Ayuntamiento se está pensando en tomar la medida de prohibir que las tómbolas abran más allá de las 4:30 horas, pero entiende que son la Junta y la delegación de gobierno los que tendrían que poner freno a esto. “Todos los años es igual y cada vez va a más, y una solución sería prohibir el botellón, porque una cosa es que vengan a divertirse y otra que se dediquen a romper todo, porque eso es vandalismo, termina diciendo Juan Manuel Iglesias.