Quince minutos fatídicos en Quintana del Pidio

Sólo un cuarto de hora ha sido suficiente para que las calles y los caminos de la localidad de Quintana del Pidio quedase arrasada por el barro y las piedras que arrastró la tromba de agua y granizo que cayó este miércoles por la tarde.

Sobre las cuatro comenzaba a caer la tormenta de una nube que sobre todo perjudicó a Quintana del Pidio. “Fue una nube que se quedó quieta en la vega y los daños han sido principalmente aquí”, explica su alcalde Daniel Maestre, quien ya ha solicitado ala Junta de Castilla y León y a la Diputación de Burgos su ayuda para efectuar la limpieza en los caminos rurales, en las acequias que se encuentran anegadas y en las calles del casco urbano.

En cuanto a los campos, la tormenta se despedía dejando tras de sí un viñedo completamente encharcado. “No hemos podido entrar aún, pero lo poco que he visto son racimos pequeños con heridas que si no se tratan darán la cosecha por perdida”, indica el también viticultor.

 

 

Pero no sólo se trata de las viñas, sino que girasoles, cebada y demás cosechas se han visto afectadas con la tromba de esos temibles 15 minutos. El cálculo es un daño a más de 200 hectáreas, lo que supone una quinta parte del municipio y una cuarta parte de los cultivos.

Porque las cantidades de agua registradas han sido grandes, algunas estaciones han recogido más de 42 litros de agua por metro cuadrado “pero hay otras que han llegado a l os 50”, aclara el alcalde.