El intento se ha hecho en varias ocasiones sin haber tenido respuesta alguna. Los familiares de Rafael de Vega Barrera, nacido en Zazuar en abril de 1889, piden que se coloque en el municipio ribereño una placa, un busto, o el nombre de una calle o plaza en honor a este zazuarino, que fuera médico y cirujano. Destacan de él que fue pionero en reclamar el derecho universal a la salud y a la asistencia sanitaria pública y gratuita.
“La última solicitud se cursó telemáticamente al ayuntamiento de Zazuar el 6 de febrero pasado”, explica su nieto Rafael Pérez de Vega, señalando lo importante que sería en Zazuar “recuperar la memoria de este eminente médico víctima de la represión franquista, personalidad digna de figurar de un modo reconocido y destacado como parte del patrimonio histórico y humano de la villa de Zazuar”.
Pero, ¿quién era Rafael de Vega Barrera?
Son muchos los habitantes de Zazuar que no tienen conocimiento de que existió esta persona que murió en Lugo en 1936. Nació el 23 de abril de 1889, hijo de Esperanza Barrera e Isaac de Vega y Ugarte, entonces médico de la localidad de Zazuar, quien también atendía a la cercana localidad de Quemada.
Cursó los estudios de bachillerato en Burgos, en el mismo centro educativo donde lo hacían sus hermanos. Su padre logró obtener la plaza de médico en Tardajos, localidad próxima a la capital burgalesa, donde estuvo destinado varios años, con lo que pudo estar más cerca de sus cinco hijos.
En Valladolid estudió Medicina, y en 1916 llegó a Lugo para ocupar la plaza de director cirujano del hospital municipal. Allí realizó una denuncia pública calificando de indignante la situación del hospital de la localidad.
Treinta y un años después, señala su nieto, “la reflexión que el doctor de Vega Barrera llevó a la práctica en la medida de sus posibilidades, la tomó la OMS como principio y razón de ser de este organismo especializado de Naciones Unidas”.
Llegó a ser comisionado del Gobierno de la República en simposios y certámenes médicos de nivel europeo y mundial. También colaboraba en revistas médicas en toda España y en el extranjero. También fue político, presidente local de Unión Republicana y diputado en Cortes Constituyentes durante el periodo 1931-33.
Sus ideas republicanas “y la envidia de sus competidores profesionales”, apunta el nieto, lo llevaron, en 1936, a ser acusado de un delito de traición a la Patria y auxilio a la rebelión y fue fusilado en la tapia del cementerio de Lugo el 21 de octubre de 1936. Su recuerdo cuenta con una página web.
La familia del médico señala que son varios los homenajes que se le han realizado en Lugo, poniendo su nombre a una calle, con un busto en ella, y que también da nombre en un edificio residencial, un mural y una placa conmemorativa y pabellón en el hospital Lucus Augusti. Por todo ello, opinan que el pueblo que le vio nacer y crecer también debería recordar su memoria.
Imagen: Busto del doctor Rafael de Vega Barrera en Lugo
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