Aranda de Duero rinde homenaje a su tradición vitivinícola con las esculturas de Rubén Arrabal

Aranda de Duero cuenta desde hoy con un nuevo símbolo artístico que rinde tributo a su historia vitivinícola. El artista ribereño Rubén Arrabal Espeja ha inaugurado el conjunto escultórico “Del lagar a la bodega”, dos piezas en bronce que se integran en el entorno urbano como homenaje a quienes durante generaciones trabajaron el vino de forma artesanal.

Las esculturas, tituladas “Aparcero pisando” y “Tirador”, se ubican respectivamente en la plaza de la Constitución y en las escaleras que comunican la calle Santa Lucía con la plaza Mayor. Ambas representan escenas del proceso tradicional de elaboración del vino y se enmarcan dentro del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino financiado con fondos europeos a través del Plan de recuperación, Transformción y Resiliencia.

Durante el acto de inauguración, la concejalía de Turismo Amaya Sanz ha destacado destacó el valor del proyecto como herramienta de identidad y cohesión. “Estas esculturas no sólo embellecen nuestro entorno, sino que invitan a detenerse y descubrir una comunidad orgullosa de su pasado y comprometida con su tradición vitivinícola”, señaló la responsable municipal.

 

Escultura "Aparcero pisando" en la plaza de la Constitución./ BC

 

 

La edil subrayó además que esta intervención forma parte de la estrategia de turismo cultural y sostenible impulsada por el Ayuntamiento, “una manera de abrir las puertas de Aranda al mundo y de conectar nuestra historia con la experiencia actual del visitante”.

Por su parte, el escultor Rubén Arrabal expresó su emoción por el significado del conjunto: “Estas esculturas son un homenaje a esa gente que trabajó el campo, que levantaba piedras de mil kilos para pisar la uva. Quiero que los niños sepan cómo se hacía el vino antes, que pregunten a sus abuelos y que no se pierda esa memoria”.

 

Imagen superior: Escultura "Tirador" en las escaleras de la calle Santa Lucía./ BC