Teófilo Almendáriz es el presidente de la Asociación Filarmónica de Aranda de Duero. Con él y con Mercedes Osorio, que forma parte de la Junta directiva, hablamos hoy de música, la que nos acerca este colectivo que apuesta por acercarla en espera que deje de ser para un público minoritario, porque está al alcance de todos.
- En septiembre de 2023 comenzasteis una nueva etapa de la Filarmónica con la programación de ese curso. ¿Qué tal está yendo?
- Fue en mayo de 2023 cuando salió una nueva Junta directiva compuesta por nueve miembros, donde adquirimos el compromiso de dar el cien por cien al proyecto y sacar adelante todas las iniciativas. Porque queremos traer a Aranda conciertos de máxima calidad.
- Han pasado dos años. ¿Habrá cambios?
- Espero que sí porque queremos que entre gente nueva para renovar la Junta, aunque como ocurre con todas las asociaciones el problema es que no hay muchos voluntarios. Pero lo que sí que ocurrirá es que el proyecto continuará adelante, porque queremos consolidarlo y sabemos que tiene mucho futuro.
- ¿Cómo se logra traer al escenario arandino dos conciertos mensuales?
- Con mucho trabajo y con mucho sacrificio, porque no nos vale cualquier cosa, sino que queremos que las actuaciones tengan un nivel de interpretación y también buscamos variedad en cuanto a los instrumentos.
Lo ideal sería conseguir que fuésemos más socios y conseguir más patrocinadores. Los tenemos y estamos muy agradecidos de ello, pero todavía no es lo suficiente para tener ese horizonte un poquito más aclarado de nubarrones.
- ¿Es fácil encontrar a esos músicos?
- No ha sido fácil, aunque reconozco que ahora lo es un poco más. Hemos cogido experiencia y nos hemos asesorado. Por ejemplo, nos ayuda la Filarmónica de Burgos, y cada vez son más los correos que nos llegan de artistas que están interesados en venir. Luego somos nosotros los que elegimos, claro, porque no todo vale.
Recuerdo que el primer año no teníamos información de cómo funcionaba esto. Lo pasamos muy mal cuando se nos descolgó a quince días vista el concierto de Antonio Baciero. Al final lo cubrimos con un grupo madrileño que estuvo genial, pero el mal rato lo tuvimos que pasar.
- ¿Música clásica?
- No al 100%, aunque hay mucha porque pensamos que es bueno que la gente se vaya acostumbrando también a este tipo de música. Nosotros somos bastante abiertos para traer otros modelos musicales y nos interesa acercar una gran variedad.
- ¿Os habéis marcado alguna meta?
- De momento son dos conciertos mensuales los que programamos durante el curso, pero sabemos que hay posibilidades de hacer muchas cosas más, lo que ocurre es que para hacer muchas cosas más necesitamos consolidarnos y contar con más apoyo económico a través de ampliar los socios o lograr más ayudas, entonces será cuando podremos plantearnos ampliar la oferta.
Este curso, como ocurrió el pasado, lo vamos a acabar con 18 conciertos. Creo que para una sociedad modesta como la nuestra está muy bien, y con una calidad óptima. Y que conste que no estoy diciendo que la música que traemos es para gente que entienda, sino para las personas que quieran disfrutar de la música, aunque no tengan ni idea. El oído, al final, se hace a las cosas buenas.
- 12 euros no es mucho dinero para escuchar y ver un concierto. Y además contáis con un precio de 3 euros para la gente joven…
- Es un terreno muy complicado llegar a la gente joven, aunque también a la gente adulta. Nos interesa mucho captarlos porque con ellos nos aseguraríamos mejor el futuro. Porque lograríamos aumentar el público, pero seguramente alguien quiere seguir adelante con ello. Es difícil, porque de los 70 socios que somos casi nadie baja de los 75 años y es un problema.
- Choca mucho que Aranda cuente con una escuela municipal de música con cerca de medio millar de alumnos y que, en cambio, acuda tan pocos alumnos a vuestros conciertos.
- No se está mentalizado. Es algo que nosotros hemos visto desde el principio, y para que la cosa cambie hemos querido captarlos ofreciendo en todos los conciertos doce entradas gratuitas para su alumnado, de la edad que sea. Lo vemos como un semillero que hay que abonar.
- ¿Qué te aporta a ti, Teófilo, estar al frente de la asociación?
- La música es un mundo maravilloso y algo que tengo incorporado en mi vida. La música te sirve igual cuando estás bajo de ánimo que cuando estás arriba. Y te enseña a reflexionar.
- Hagamos un repaso a los últimos conciertos de la temporada. El preámbulo de la Semana santa lo puso el cuarteto Iberia para ofrecer “Las últimas 7 palabras de Cristo en la cruz” de Joseph Haydn. ¿Qué tenemos para las próximas semanas?
- Seguiremos esta próxima semana, el jueves 24 de abril, con el Dúo Salzburgo, un concierto de piano y chelo muy interesante con interpretaciones de obras de Bach, de Beethoven y de Brahms.
En el mes de mayo comenzamos el 15, el día de San Isidro con el quinteto de guitarras “1909”. Tres son clásicas antiguas, hay una como contrabajo y otra como soprano; y entre todas hacen unos contrastes muy bonitos e interesantes.
El día 29 nos va a visitar otro quinteto, pero esta vez de metales que se llama “Metal entre metales”.
Y luego en junio tenemos el día 5 el dúo Xarma que cuenta con una clarinetista y un acordeonista. Actuaciones de acordeón en Aranda ha habido muy pocas, pero que sea de acordeón y de clarinete estoy por asegurarte que es la única que va a haber de momento.
Y el último que cerrará el curso será el del 12 de junio con un piano, chelo y una bailarina porque la interpretación de los instrumentos va a ser de música española, aunque también habrá melodías de cine.
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