"El cine se ha hecho para para disfrutarlo a lo grande, y no tiene ni punto de comparación verlo en una televisión o en móvil"

Javier Cobo es el presidente del Cine Club de Aranda de Duero. Este martes se inicia el nuevo curso y nos ha parecido el momento adecuado para sentarnos a hablar con él.

 

- Sesenta y cinco años de Cine Club son muchos…

- Estamos a punto de cumplirlos porque fue noviembre cuando se hizo la primera reunión en el bar Los Caracoles. Se juntaron allí una cuadrilla de amigos para ponerlo en marcha. Primero se empezó a proyectar donde estaba la Casa de la Juventud, como se quedaba pequeño se trasladaron a la calle Hospicio donde Clunia Teatro de Cámara tenía un local alquilado, después fueron al Cine Principal de la calle Isilla. Y finalmente se fijó el Teatro Cine Aranda porque nos censuraron una película y eso no se admitió. Así que ahora este es nuestro santuario.

- Un alquiler, ¿hasta cuándo?

- Hasta que nos dejen. No tenemos un contrato firmado donde se pongan fechas, es un contrato verbal con los propietarios que están encantados de que de que nosotros estemos aquí. Por una sencilla razón, porque el edificio sigue teniendo utilidad cultural, que es para lo que se cedió el terreno.

- ¿En qué momento de salud está actualmente el Cine Club?

- No puedo decir que sea un momento álgido para el cine porque su exhibición en los últimos años ha ido cambiando. La gente no va tanto a las salas y consume cine a través de la televisión, el ordenador o incluso del móvil.  Así que no podemos estar más contentos, porque aquí en Aranda la gente responde todos los martes y nos juntamos alrededor de 200 personas. Para mí eso es un lujo, porque cuando vas a un cine comercial a ver una película y ves que hay cinco o diez doce personas en la sala se me va el alma a los pies.

- ¿Cine en nuestras pantallas o en la sala?

- El cine se ha hecho para para disfrutarlo a lo grande, y no tiene ni punto de comparación verlo en una televisión o en móvil a verlo en una pantalla grande. No se pueden apreciar detalles, ni la música ni nada.

- Entonces, la gente arandina responde, ¿no?

 - Estoy contento porque la gente responde a las expectativas que tenemos y las supera con creces. Ya no sólo por la asistencia, sino porque además nos agradecen mucho el trabajo que hacemos para que pueda haber una oferta cultural diferente en el centro de la localidad. Esas cosas nos mantienen vivos y nos hace seguir adelante.

- ¿Hay algún perfil en el espectador de Cine Club?

- Por desgracia la edad es un poco alta. Sobre todo es espectador de sexo femenino, porque ahora mismo son las mujeres las grandes consumidoras de cine. Intentamos que la gente joven venga, y por ello contamos con un convenio con el Ayuntamiento para que todos los chavales de enseñanza secundaria pueden entrar gratis, y hay algunos que lo hacen.

- ¿Cómo se eligen las películas?

- Trabajamos con una serie de distribuidoras de cine más o menos independientes y lo que hacemos es visitar sus catálogos y elegir investigando un poco sobre ellas. También hay quién ha visto una película y la recomienda. Intentamos traer una programación variada.

 

 

 

- ¿Qué importancia tiene mantener viva una programación estable de cine en versión original en una ciudad como es Aranda?

- Creo que mucha. Es verdad que en casa puedes ver películas en versión original, pero en salas no es lo normal. Cuando lo haces no ves sólo la interpretación de un autor por su forma de actuar, sino también por su forma de hablar, y eso dice mucho. Es verdad que en España ha habido muy buenos dobladores, ahora igual no tanto, pero no es lo mismo.

- ¿Habrá novedades este curso?

- Sí, y la primera es la presencia del director finlandés Rax Rinnekangas que rodó en Silos la película “El último deseo” con la participación de actores ribereños. Contaremos con el director aprovechando que está en España. También proyectamos hacer alguna excursión a Madrid para conocer la Filmoteca.

- ¿Cómo se sostiene económicamente el Cine Club?

- Nos sostenemos gracias a que todo el trabajo que se hace es voluntario. También a que pagamos una renta muy baja por el local. Contamos con una subvención de 5.400 euros del Ayuntamiento, con las cuotas de los socios y con la taquilla que logramos hacer.

- ¿Qué primeros recuerdos tienes del cine?

- Mi padre era el que proyectaba las películas y el primer recuerdo que tengo es de la etapa de Clunia.  Él y Julio López se fueron a un pueblo de Madrid para comprar un proyector de segunda mano que arregló mi padre. Recuerdo que había que ir cambiando los rollos y de que había un paraguas en la cabina porque el techo tenía goteras. Yo llevaba la cena a mi padre muchas noches y le acompañaba.

- ¿Recuerdas la primera película que viste en Cine Club o aquella que te hizo implicarte en la asociación?

- Fue la de “Padre padrone” de los hermanos Taviani. Me sonaban a chino los títulos, pero no me quedaba toda la película. Luego ya empecé a ir al cine como aficionado. En la etapa del cine Principal recuerdo ver “El desencanto” de Jaime Chávarri, “Bananas” de Woody Allen… Luego vino la etapa de la mili, y previo a los 25 años de del aniversario del Cine Club fue cuando me enganché a la asociación.

- ¿Cómo fue?

- Se enteraron que tenía yo el cartel original de la película “Nunca pasa nada” que se rodó en Aranda y Julio Peña, que era en ese momento el presidente, me lo pidió porque querían proyectarla como clausura de los 25 años. A raíz de eso fue cuando me impliqué en la directiva porque me pidieron que echase una mano. Hubo un momento en el que el anterior presidente dijo que quería dejarlo. Yo había llegado el último, pero todos me miraron a mí, y desde entonces empecé a tirar del carro.

- ¿Qué aporta Cine Club a Javier Cobo?

- Es que para yo el cine lo llevo en la sangre, así que me aporta muchísimo. He crecido viendo películas. Cuando era pequeño cenábamos en familia en el cine porque había que probar antes de proyectar las películas. La veíamos proyectada en una pared, al revés, como hicieron en “Cinema Paradiso”. Mi padre ha recorrido trabajando todos los cines, ayudó a poner en marcha el cine de La Horra… Yo le ayudaba a él y a su compañero cuando alguno de los dos fallaba. El cine es mi vida.

- Personalmente, ¿qué tres películas son las que más te han marcado?

- Una es “Nunca pasa nada” que se rodó en Aranda, yo soy un fan de esa película. Otra sería “Cinema Paradiso”, por lo que lo que te he contado de mi pequeña historia. Otra que siempre me ha gustado mucho ha sido “Casablanca”. A partir de ahí, hay muchísimas películas. Son tantos los títulos que rescatarías que es imposible decirlos todos.