Los habitantes de Gumiel de Mercado y su Ayuntamiento disponen ya de una herramienta de gestión y difusión de uno de los elementos más importantes de su patrimonio, las bodegas tradicionales. Este lunes se ha presentado el inventario en el que el Consistorio gomellano ha invertido 11.600 euros con el fin de contar con una documentación que recoja todos los lagares y bodegas con que cuenta el municipio, algo importante a la hora de valorar futuras intervenciones para su conservación o diseñar rutas orientadas al turismo que ponga en valor el rico patrimonio de esta población ribereña que ha estado ligada al sector del vino desde el siglo XVI, llegando a ser en el siglo XIX la quinta población a nivel provincial de producción de viñero y que todavía hoy es uno de los motores de su economía.
Alfredo Sanz Sanza ha sido el encargado de realizar el trabajo. Es el arquitecto que también elaboró inventarios de bodegas en las poblaciones de Fuentespina y Vadocondes, y que ha participado en el Plan Especial de protección de las bodegas tradicionales de Aranda de Duero. Y su conclusión es bastante halagüeña, ya que de las 106 bodegas que se han catalogado, en su mayoría “el estado de conservación es bastante aceptable, tanto a nivel de superficie como a nivel bajo tierra”. Un 75% de estos elementos etnográficos de la arquitectura del vino se encuentra “en buen estado o son recuperables”, a lo que se suma que su principal ubicación, en el Alto del cerro del castillo, “no se ha desvirtuado con la construcción de merenderos como en otros sitios”. Por todo ello Sanz se muestra optimista en cuanto a su conservación.
Alfredo Sanz (izda.) junto al alcalde del municipio en la presentación. / BC
A través de 140 fichas individuales se presentan las 106 bodegas y los 69 lagares inventariados. En el caso de estos últimos, los lagares, el estado de conservación es dispar, muchos han desaparecido y otros muchos han perdido elementos, siendo una minoría conserva sus partes intactas. Cabe destacar una vigaque supera los 13 metros situada en el mesón del Viso, que como otros dos bares del municipio conservan los lagares que albergaban.
Dos kilómetros de galerías totalmente accesibles
Aunque la red de galerías de Gumiel de Mercado llega a los 3 kilómetros, hay dos kilómetros que son totalmente accesibles en la actualidad. Con una distribución lineal, su refuerzo más característico es a través de bóvedas de cañón. Pero existe otra característica que hace singular a las bodegas tradicionales de esta población, la presencia de piedras labradas para la construcción de esas bóvedas o incluso para los tajones que sostienen las barricas. El motivo, indica Sanz, puede tener su origen en que las piedras fueron reutilizadas con el material que se cogió del castillo que se encontraba en lo alto del cerro.
Las cerceras, un importante reclamo paisajístico
Con ese nombre es como se conoce en Gumiel de Mercado a las tradicionales zarceras o respiraderos con los que cuenta la bodega subterránea y en la población ribereña se han contabilizado 144. Se encuentran distribuidas por el cerro, pero también por el casco urbano donde se comenzaron a construir las primeras bodegas antes de extenderse hasta este montículo.
Precisamente entre los años 2015 y 2016 el Ayuntamiento de Gumiel trabajó para preservar 44 de ellas gracias a subvenciones de la Diputación y a los planes de empleo de la Junta. Y el inventario supone una segunda fase de este proyecto para el que se pretende que haya continuidad, como apunta el alcalde Manuel Izquierdo.
Por ahora, está prevista una charla el 29 marzo, a las siete y media de la tarde en el Ayuntamiento, a la que se invita a los vecinos y a todas las personas interesadas. En ella el arquitecto ofrecerá un resumen de su trabajo.
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