
La concejalía de Juventud ha logrado desbloquear un problema que tenía en vilo a la Escuela municipal de Folclore desde hace años. En el curso correspondiente a 2022/23 veía cómo el taller de confección de trajes desaparecía y es ahora cuando por fin la situación se ha arreglado.
El próximo lunes comenzará a impartir sus clases una profesora, que trabajará 22 horas semanales con un total de 48 personas que acudirán a aprender a hacer patrones, cortar y confeccionar elementos de la vestimenta tradicional. Es el número máximo de alumnos al que se le puede dar cabida, pero la lista de espera está sobre la mesa con más personas interesadas.
Como explica el director de la Escuela, Luis de Andrés, “no era problema de falta de dinero, ni de falta de profesor, ni de alumnos, ni de espacio”. No se ha dejado de incluir en los presupuestos municipales de cada año la partida necesaria para que el taller se reactivase. También había profesionales interesados en dar la clase, como alumnos, llegando casi al centenar en lista de espera en alguna ocasión. Y el aula sigue libre a la espera de que se comience a usar.
Entonces, ¿dónde ha estado el problema? A la pregunta responde el concejal de Juventud, Carlos Medina. Durante el anterior mandato el personal jurídico indicó que la fórmula que se utilizaba para contratar a la profesora, como persona autónoma, no era válida teniendo en cuenta la normativa. “No era viable legalmente”, indica el edil de Izquierda Unida.
Por eso se ha estado trabajando durante todo este tiempo para afrontar el escollo. Tras muchos intentos, y hasta que la plaza sea una realidad con la deseada aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) porque en la actual no existe, se ha optado por la fórmula del convenio. Se firma un acuerdo con una asociación, la que ha creado la profesora, para que el trámite sea legal.
“Queremos buscar una fórmula más estable que permita que esto pueda permanecer en el tiempo, y por ello en la nueva propuesta de la RPT hemos incluido el profesor de confección de vestimenta y trajes para la escuela de folclore. Es un servicio que se presta con pocos recursos, que además está bien valorado a nivel de ciudadanía, por lo que creemos que es importante que se conserve y se mantenga”, comenta el responsable político.
Todo ello para una Escuela municipal, la de Folclore, que al día de hoy ronda los 400 alumnos que se reparten, además de por el taller de confección de trajes, por los de danzas castellanas, dulzaina, pito castellano, tambor y pequeña percusión.
Imagen: Exposición de trajes que cada año se realizaba desde la Escuela./ Imagen facilitada
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