Los lectores de DR apoyan al festival Sonorama en Aranda de Duero

La pregunta era sencilla, porque queríamos unas respuestas contundentes para conocer si los lectores de Diario de la Ribera veían con buenos ojos la celebración del festival Sonorama Ribera en Aranda de Duero, como se ha venido realizando durante 27 ediciones.

Tras una semana en la que la encuesta ha estado publicada en nuestro periódico digital es ahora el momento de echar un vistazo a los resultados. Han sido 2.365 respuestas las recibidas y de ellas hay una mayoría que defiende que la capital ribereña debe seguir siendo la sede de este festival que aglutina a miles de personas en la localidad, para disfrutar de la música que se ofrece durante cuatro o cinco días del mes de agosto.

Porque el 57,17% de los votos, es decir 1.352, se postulan a favor de la celebración del festival en Aranda de Duero. Frente a ellos hay 1.013 (el 42,82%) que han indicado la opción “no” de la pregunta. Son los que llegan de manos de personas reticentes a este evento.

Los comentarios negativos que surgen en las noticias en las que hablamos del festival arandino se centran en el ruido, en la suciedad que se genera y el aglutinamiento de personas en la zona centro de la ciudad, en los lugares y aledaños en los que tienen lugar los conciertos gratuitos.

También hay comentarios a favor, indicando la repercusión económica que este festival genera en Aranda de Duero y la mediática, no menos importante y también relacionada con la económica, teniendo en cuenta que Aranda de Duero es el centro cultural y musical durante esos días.

Otros comentarios van encaminados a la realización de los conciertos en la plaza del Trigo, precisamente una de las actividades que más repercusión mediática genera, pero que lleva consigo la “casi paralización” de la vida normal en esa calle durante alrededor de tres o cuatro horas.

La pregunta estaba ahí. ¿Con todos esos beneficios y perjuicios los arandinos defienden el festival? La respuesta se ha dado y al menos los lectores de DR lanzan un “Sí” al Sonorama Ribera.