Hasta el próximo 2 de octubre se podrá visitar en la sala grande de la Casa de la Cultura de Aranda de Duero la exposición que recoge el legado del escultor Luis Haro. Natural del pueblo segoviano de Montejo de la Serrezuela, desde 1962 estaba afincado en Aranda, lugar en el que fallecía el pasado 11 de agosto a punto de cumplir los 100 años.
La muestra que desde hoy se puede ver en Aranda ya estaba prevista antes de su marcha, pero esta ha convertido la inauguración en un homenaje a su figura. Allí han estado presentes sus hijos y parte de su familia, y representantes de la corporación municipal. También numerosos artistas ribereños que han querido acompañar a la familia en este momento y recorrer la vida de Luis Haro a través de sus esculturas en madera.
Porque es la madera el material que más utilizó para imprimir su visión del mundo a través del arte. Las faenas del campo o las relaciones humanas son motivos que se suceden continuamente en el universo escultórico de Haro, que no sólo se dedicó a crear, sino también a enseñar, poniendo en marcha el taller de madera del centro cívico Virgen de las Viñas. Con menos frecuencia utilizaba la piedra, y una de sus obras la podemos observar en los jardines de la entrada a la avenida El Ferial, junto al colegio Castilla. En 2013 finalizaba un homenaje a los vendimiadores.
Su familia asegura que se trata de una exposición muy especial. “Estoy convencido de que si mi padre estuviese hablando aquí, además de emocionado, aprovecharía la ocasión para, de alguna forma expresar que la educación y el trabajo son las fuentes de la dignidad del hombre, además de las bases de una sociedad más justa y social y solidaria”, señalaba su hijo.
Para el alcalde de Aranda, Antonio Linaje, Luis Haro es “uno de los artistas más importantes con los que ha contado Aranda”. “Con esta exposición se logra reunir gran parte de la obra de Don Luis e invitamos a todos los ciudadanos a disfrutar de esta magnífica exposición”, ha terminado diciendo.
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