Un viaje estético del artista con la tauromaquia como metáfora

"La sangre y el toro" es la última propuesta de Silvia Flechoso

30/05/2024 12:22 | Begoña Cisneros
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Si estás en Madrid o durante los próximos días vas a acercarte por allí, desde DR te hacemos una interesante propuesta cultural, y es la de visitar la exposición “La sangre y el toro” de la artista arandina Silvia Flechoso, que hasta el próximo 9 de junio se puede disfrutar en la galería de arte La Panartería situada en el corazón del barrio de Lavapiés, en el número 72 de la calle Mesón de Paredes.

Tras su paso por Art Madrid, ahora se presenta un recorrido construido por 15 pinturas principales en que Flechoso invita al espectador a penetrar en el fascinante y peligroso camino del artista a través de un viaje estético que emplea la tauromaquia como metáfora de la vida del artista y sus múltiples riesgos, resignificando el momento crítico de la cogida para presentar los desafíos, golpes y deseos a los que se enfrenta el artista en su camino hacia su realización personal y profesional, cuyo culmen es el logro de la maestría. En este viaje participan también artistas como Basquet of Nean, Miguel Scheroff, Balu, Sr. Gotta, Alejandro Carpintero, Ira Torres, Inopia e Inés de Senís en piezas colaborativas en las que el toro es intervenido por cada artista con absoluta libertad. Del mismo modo se cuenta con el acompañamiento de vino Abés Ribera del Duero.

Explica la autora que sin entrar a valorar la defensa o no a los eventos taurinos, lo que trata es invitar a la reflexión a  través de un viaje simbólico que presenta la ancestral relación del hombre con la bestia, “que se remonta hasta los albores de la humanidad y se recoge tanto en las manifestaciones artísticas más primitivas como en relatos míticos y religiosos que repiten el esquema del viaje del héroe clásico: un viaje de descenso a los infiernos donde se enfrentará a la bestia para regresar como héroe luego de haber adquirido en ese trance un conocimiento transmundano”.

 

 

Así, el viaje del héroe presenta en esencia la narrativa de la iniciación, que deberá emprender todo verdadero artista, consistente en enfrentar la sombra y transformarla en luz, alcanzando la Maestría como culminación de dicho proceso. En ese enfrentamiento caerá una y mil veces, como el torero es cogido por el toro hasta el punto incluso de la fatal cornada, y su éxito consistirá en levantarse una y mil veces, más sabio y fortalecido con cada trance.

“El artista, como el héroe y como escenifica en la plaza el torero, encuentra en su ejercicio la noble tarea de mirar a la muerte a los ojos y recordarnos la vida, a pesar de que puede morir, sabiendo que vale más vivir plenamente bailando con la muerte que no vivir en absoluto, huyendo de la muerte y, así, perdiéndonos la vida”, termina diciendo la autora de esta exposición invitando “a acompañarme en este viaje estético, trágico y heroico, en el que la luz y la sombra, la vida y la muerte se dan cita en un laberinto en que tú como espectador eres el protagonista”.

 

 

 
 
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