Foto: José Ramón García Carpintero
Un sorbo duró la Copa del Rey esta temporada. Por cuarto año consecutivo el equipo ribereño cae en primera ronda y sigue sin poderse romper esa estadística negativa. El torneo del KO trajo también daños colaterales ya que a la derrota y la eliminación, hay que añadir la preocupante lesión de Samu Saiz, que en su primer disparo a portería se produjo una luxación en el codo izquierdo que le tendrá apartado de las pistas unos cuantos partidos.
El partido se caracterizó por un ritmo rápido y unas defensas muy blandas. La primera parte fue de constantes alternativas pero muy pareja en el marcador. Las alternativas eran constantes y los parciales iban y venían de un lado para otro, para acabar con 18-19 en el intermedio del choque.
La segunda mitad sí fue distinta. Marcos Fis cogió su fusil y con las paradas de Giovagnola, el Caserío logró coger una renta de tres goles sobre un Tubos Aranda que volvió a cometer demasiadas pérdidas en ataque. Los goles de Sergio Tobes y Dalmau intentaron mantener al equipo con posibilidad de remontar, pero la distancia se fue haciendo cada vez más grande hasta alcanzar los siete tantos de ventaja para el cuadro local a falta de cinco minutos para la conclusión. Finalmente se logró maquillar un poco el marcador y el resultado final fue de 36-31 para Caserío. El Tubos Aranda queda apeado de la Copa del Rey y a partir de ahora toca centrarse en la liga con la visita este sábado a un Benidorm que sí logró acceder a la siguiente ronda al vencer a Agustinos por 37-42.
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