Foto: Valinox Novás
Sale muy reforzado de moral y de confianza el Tubos Aranda tras su visita a la cancha del Valinox Novás. Y además sale con otros dos puntos muy valiosos en su casillero y van cuatro para un equipo que ha cambiado la cara desde la defensa. Se siente cómodo el Tubos Aranda con marcadores bajos y en los dos últimos partidos por debajo de los 25 goles se ha hecho con la victoria. Está defendiendo muy bien el equipo de Javier Márquez, que además poco a poco también va imprimiendo aspectos de control en ataque. Se han minimizado las pérdidas y se trabajan las circulaciones para encontrar lanzamientos claros en la retaguardia contraria. Faltan cosas por pulir (por ejemplo hoy se erraron dos siete metros y algunos disparos claros sobre el marco rival), pero el equipo se encuentra más concentrado y los lanzadores de primera línea está aportando gran parte de la producción ofensiva. 14 de los 23 goles amarillos llevaron la firma de Dalmau, Arnau, Barceló, e Ivanov, en un partido donde casi siempre estuvo por delante el equipo gallego, pero que supo remontar el Tubos Aranda cuando se entró en el momento decisivo del mismo.
Al descanso se llegó con empate a 13 y tras un inicio complicado donde el cuadro gallego cogió dos goles de diferencia, un tiempo muerto de Javier Márquez cambió totalmente el escenario. Con 17-15 llegó el apagón local. Un solo gol concedió la defensa amarilla mientra aparecía Barceló como factor diferencial en el costado derecho. Tres tantos del argentino y uno de Ivanov noquearon definitivamente al Novás colocando el 18-22 a falta de tres minutos. Una última intentona a la desesperada con defensa presionante del equipo gallego llevó a estrechar el electrónico (21-22) pero faltaba el tanto de Arnau para poner la tranquilidad y festejar por todo lo alto el primer triunfo a domicilio de la temporada. Con estos cuatro puntos el Tubos Aranda respira otro poco más y empieza a preparar un partido que va a levantar mucha expectación, el derbi ante el UBU San Pablo Burgos del próximo sábado en el Santiago Manguán.
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