Fotos: Arturo Sanz y Alberto Calvo
Ambiente de gala con lleno en el Pabellón Santiago Manguan en un partido memorable que acabó con las gradas botando de alegría y coreando a una plantilla cuyo rendimiento está siendo impresionante. En los prolegómenos del partido se rindió un merecido homenaje a Diego Camino, que recibió una camiseta conmemorativa del 25 aniversario del Villa de Aranda de manos del presidente Juan Pablo Berdón. Con todo el pabellón puesto en pie el ex capitán amarillo posó junto a sus hermanos Alberto y Miguel, presentes también en el acto previo.
El partido respondió a las expectativas y los aficionados no quisieron perdérselo. Gradas a rebosar con presencia de un grupo de seguidores del Recoletas Atlético Valladolid. El jugador número 8 que en todo momento llevó en volandas a un Tubos Aranda que mantuvo el pulso al equipo que había derrotado al Barsa una semana antes y que en el Santiago Manguán claudicó tras verse superado en el tramo final del choque. Esta vez los mejores minutos del Tubos Aranda llegaron en la recta decisiva aunque antes hubo que ponerse el mono de trabajo para llegar con opciones al punto álgido y caliente del encuentro. La pizarra de Javi Márquez y el movimiento de piezas en el tablero resultaron claves y la táctica del técnico manzanareño fue sobresaliente, con protagonismo para una rotación que permitió llegar al equipo muy fresco al último cuarto de hora.
En la primera parte el Atlético Valladolid fue superior en muchos tramos. Con Álvaro Martínez imparable en el pivote y César Pérez muy enchufado en portería, el cuadro visitante llegó con ventaja de 12-14 a su favor. Rogonovs anotó un gol sobre la bocina que permitió a los ribereños acercarse después de tener cuatro tantos de desventaja (10-14). Pau Guitart sostuvo al equipo en los momentos más delicados de la primera mitad.
Tras la reanudación el Tubos Aranda salió sin complejos y a por todas. Alberto Pinillos tiró del carro y cogió galones de comandante en la dirección, y con un gol suyo se consiguió la primera ventaja en la segunda mitad (18-17). A partir de ahí el Tubos Aranda metió una marcha más en defensa y decidió correr e imprimir velocidad, a riesgo de cometer errores por las prisas. Pero ese riesgo tuvo su premio porque Valladolid no pudo seguir su estela. Mosquera estuvo soberbio en los lanzamientos de siete metros y con goles de Tamayo y David López se cogió el colchón suficiente para ganar el partido estallando la alegría en grada y pista. 22 puntos y permanencia prácticamente asegurada. La próxima semana en Logroño podría certificarse de forma matemática.
|