Foto: Arturo Sanz
El derbi se quedó en casa. El Recoletas Atlético Valladolid derrotó de forma amplia al Tubos Aranda y se llevó los dos puntos en juego tras un partido donde el cuadro amarillo fue de más a menos, hasta acabar cediendo por once goles en el marcador final (37-26). En la primera parte, el Tubos Aranda se mantuvo cerca de su rival, aunque siempre con ventajas entre 1 y 3 goles para el equipo local. El Tubos Aranda anotó el 0-1 pero luego el mando del marcador siempre fue azul. Gracias a los goles de Arthur Pereira y Rogonovs, el equipo ribereño se mantenía con alguna esperanza de evitar la escapada pucelana, pero llegaron las exclusiones en las filas arandinas, y Valladolid aprovechó esa superioridad para encontrar soluciones ofensivas y batir a Viunik y Guitart con cierta facilidad. Con 17-13 y una nueva exclusión de Arthur Pereira por estrellar el balón en el cuerpo de un contrario con un lanzamiento de falta a tiempo parado, se llegó al descanso.
La segunda mitad arrancó de la peor manera posible. Con un jugador menos, el Recoletas Atlético Valladolid anotó un parcial de 2-0 que complicó aún más las cosas. Había que meterse otra vez en partido y las prisas y los errores aparecieron en el bando amarillo. Con tranquilidad y acierto en la definición, el cuadro local fue haciendo la brecha cada vez más grande en el marcador hasta alcanzar una máxima de 13 goles. En los últimos minutos el cuadro ribereño logró reducir la desventaja hasta los 11 tantos gracias a los tantos de Vega y Berbel.
A pesar de la derrota, la afición arandina, despidió a los jugadores con cánticos de apoyo para intentar recuperar la moral tras esta dura derrota, de cara a los partidos en casa frente a Benidorm el miércoles y Logroño el sábado. Cuatro puntos muy importantes en el Santiago Manguan estarán en juego.
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