Fiestón, ambientazo, y punto valioso para un Tubos Aranda que mereció más (26-26)

Foto: Arturo Sanz

El regreso del Tubos Aranda a ASOBAL deja huella. Primero por el increíble ambiente vivido en un Santiago Manguán prácticamente a rebosar. Y segundo porque el equipo de Javi Márquez demostró llegar bien preparado al estreno liguero, confirmando las buenas sensaciones dejadas en pretemporada. Se quedó con la miel en los labios de una victoria que estaba encarrilada pero que se escapó por detalles en el tramo final. A menos de tres minutos el Tubos Aranda ganaba 26-23 y a falta de 15 segundos tenía posesión y vencía por un gol. Bien es cierto que al borde del pasivo. Por eso pidió tiempo muerto Márquez para preparar ese último ataque pero el disparo de Arthur fue detenido por Maciel y a Bidasoa le dio tiempo a forzar un siete metros sobre la bocina. Cavero batió a Pau Guitart con el tiempo cumplido y el partido acabó en empate a 26. Una pena porque el Tubos Aranda acarició la victoria con la yema de los dedos. Esta vez ese tramo final fue esquivo pero el punto conseguido tras hacer un partido de mucho mérito ante el subcampeón de la liga deja un regusto muy bueno. Para empezar no está mal para ambos equipos y más teniendo en cuenta que llegaban con bajas importantes en ambas escuadras. Por parte del Tubos Aranda no pudieron vestirse de corto Mosquera y Agustín Vega por falta de unos trámites burocráticos, y en las filas irundarras se notaron las ausencias de Gorka Nieto, Tito Díaz, y Pedro Pacheco. Tanto Javi Márquez como Álex Mozas recompusieron filas y buscaron el mejor movimiento posible de sus piezas en la cancha.

Foto: Alberto Calvo

 

El partido pasó por diversas fases y tras un dominio inicial bidasotarra, fue cambiando el viento hacia el lado del Tubos Aranda gracias a la mejora defensiva, las paradas de Guitart (18 en una actuación espectacular del portero catalán), y los goles de Dalmau y Arthur. Del 3-5 se pasó al 12-10 tras los tantos de Pol Roy y Tamayo al contragolpe. Y de ahí al 14-10 favorable al Tubos Aranda en el descanso.

Foto: Arcalle

 

Pinillos abre brecha

 

La segunda parte fue un tobogán repleto de vaivenes y emociones fuertes. Bidasoa volvió a ponerse por delante gracias a las paradas de Maciel y los goles de Asier Nieto, Rodrigo Salinas, y Cavero, pero el espíritu indomable del Tubos Aranda, llevado en volandas por la afición, y también la tarjeta roja de Da Silva en el minuto 49, llevaron al cuadro ribereño a primero empatar y luego hacer hueco en el marcador. Guitart siguió en plan máquina total y Alberto Pinillos demostró sus dotes de timonel avispado encontrando los pasillos para superar a la defensa irundarra. Se infiltró tres veces seguidas y batió en todas ellas a Maciel colocando ese esperanzador 26-23 que ponía la victoria a tiro de piedra. Pero Bidasoa no se rindió y aprovechando el apagón final del Tubos Aranda logró rescatar un punto con lanzamiento de Cavero desde los siete metros con reloj cumplido. Acababa así un partido vibrante y espectacular que sirve como aperitivo de lo que se viene por delante esta temporada en la élite del balonmano nacional.