1.465 lechazos de la IGP Castilla y León que en realidad no lo eran

Hoy da comienzo en la Audiencia provincial de Burgos el juicio contra el responsable de una empresa de alimentación de Salas de los Infantes y uno de sus trabajadores, acusados de un presunto fraude en el etiquetado de lechazos con el distintivo de la IGP. Durante tres jornadas tendrá lugar la vista oral de un procedimiento para el que el fiscal pide a cada uno de los dos acusados la pena de tres años de prisión.

El motivo, porque propiciaron la venta de 1.465 lechazos con la vitola de la IGP Castilla y León cuando no debían llevar esta clasificación.

A la empresa se pide una multa del beneficio obtenido por la venta multiplicado por cuatro. Tanto al responsable de la misma como al trabajador una multa de 7.200 euros. Y los dos, continúa la Fiscalía, el pago de las costas procesales. A ello se suma la indemnización del consejo regulador de la IGP del coste de los lechazos como responsabilidad civil y la misma cantidad al Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León.

La empresa estaba autorizada para comerciar con lechazos IGP y contaba con un trabajador que era el etiquetador autorizado por el Consejo Regulador. Se les acusa a los dos de haber actuado de común acuerdo introduciendo en el mercado lechazos que no cumplían los requisitos regulados por la IGP, poniéndoles las vitolas y etiquetas pertinentes y simulando con ello una supuesta autenticidad del producto. Para ello alteraban el documento de traslado de lechazo IGP y del libro etiquetador.

Los hechos ser remontan a 2015 y 2016. Se les acusa de alterar el número real de lechazos que salían de la ganadería, aumentando su cantidad, teniendo como destino siempre el matadero de Salas de los Infantes. “El acusado no sólo no examinaba previamente los lechazos y decidía los que cumplen las condiciones de IGP, sino que ni siquiera los veía en el matadero, dando así por bueno el número de lechazos protegidos que constaban en el libro etiquetador”, relata la prueba social.

La empresa, por su parte, vendió los lechazos a un establecimiento que pensaba que eran auténticos lechazos IGP de Castilla y León.

 

Imagen: IGP Lechazo de Castilla y León