Tras haber conseguido vender la parcela más grande de las que se licitaron en el polígono industrial Allendeduero, la Entidad Estatal de Suelo (SEPES) vuelve a intentar deshacerse de otras siete parcelas. Ya lo intentó el pasado mes de mayo pero no hubo ofertas, por lo que una vez más abre el plazo para la presentación de ofertas para la compra, hasta el 24 de septiembre está abierto.
Pero no lo hace de forma separada, sino que como ya hiciera hace un año la propuesta es para adquirirlas en un único lote para siete parcelas que suman 58.892 metros cuadrados. Tampoco se abarata el precio, siendo este de 1.767.000 euros.
El uso que se le dará a estas parcelas será industrial, y aunque se licitan en un único lote, lo cierto es que registralmente no se encuentran agrupadas, algo que deberá hacer el comprador.
Con esta venta la SEPES conseguiría vender todas las parcelas que tiene en propiedad en este polígono industrial donde se encuentran establecidas alrededor de 500 empresas. Con esta agrupación de terrenos se persigue la implantación de grandes proyectos que necesitan de una gran cantidad de suelo, precisamente una de las reivindicaciones del empresariado arandino.
Dese ASEMAR abogan por la puesta en marcha de un plan urbanístico para crear una segunda zona de suelo industrial en el polígono Prado Marina. Aseguran que si han llegado empresas estos últimos años fue gracias a la rápida urbanización del polígono ofreciendo parcelas grandes de 50.000 a 110.000 m2. “Si hoy en día se quisiera instalar en nuestra localidad cualquiera de estas empresas, no sería posible porque no existe disponibilidad de parcelas industriales de media o gran dimensión”, explican. Y teniendo en cuenta que la aprobación de un nuevo plan tardaría 4 ó 5 años, creen necesaria la contratación de su redacción de manera “urgente”, lo que supondría una inversión de entre 180.000 y 220.000 euros.
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