Para la empresa Ecoaranda, las denuncias que se ha iniciado en su contra amparadas por un motivo medioambiental no son sino una campaña iniciada por una sola persona. Dirigen su acusación a un agente medioambiental al que culpan de erigirse “en juez, parte y víctima” mediante “denuncias falsas” que “sólo persiguen disfrutar de paellas y barbacoas en su finca “rustica” situada en suelo rústico incumpliendo las limitaciones de edificación”.
De esta manera la empresa muestra su malestar por la publicación de este medio en la que los grupos municipales de Podemos e Izquierda Unida anunciaban que elevarían a la Unión Europea la petición de realizar una investigación sobre una empresa a la que acusaban no estar realizando los trabajos para los que pidió la licencia. Aseguraban que tenían permiso para tratar el compost y que hasta el momento era algo que no se había hecho.
Aseguran que la sí se está cumpliendo con las especificaciones de la autorización concedida y acusan a Podemos e IU de “mezclar churras con merinas”.
A continuación, publicamos de forma íntegra el comunicado que se ha emitido desde la empresa.
“Queremos trasladar nuestro disconformidad y repulsa a las publicaciones realizadas en distintos medios de comunicación local y autonómico acerca de las presuntas irregularidades realizadas en la planta de Ecoaranda y queremos trasmitir nuestra más enérgica repulsa a las declaraciones formuladas por IU-Podemos y publicadas en el Diario de la Ribera de fecha 22 de mayo, las cuales son falsas, absolutamente sesgadas e influenciadas por intereses partidistas distintos de la protección ambiental.
La última publicación en el Diario de la Ribera dice que “El grupo parlamentario de Izquierda Unida-Podemos elevará a la Unión Europea una batería de preguntas en torno a la presencia de la empresa Ecoaranda en Aranda de Duero. No entienden la permisividad de la Junta de Castilla y León para con esta compañía que ha recibido autorización para el tratamiento de compost y que hasta el momento, aseguran, “la producción ha sido de cero”.
Sobre esta información queremos puntualizar que sí se está cumpliendo con las especificaciones de la autorización concedida.
Dice la publicación que “Hemos multiplicado por diez, en diez años, la contaminación por exceso de nitratos, un problema para la tierra, pero también para el agua”, un hecho que es independiente al compostaje y en nada afecta a la actividad que desarrolla Ecoaranda y que realmente es “mezclar churras con merinas”.
Queremos hacer hincapié que se ha publicado noticias en distintos medios de comunicación de quejas sufridas hacia la actividad de Ecoaranda; las cuales cuentan como denominador común a un denunciante y su entorno, que como vecinos de Ecoaranda y mediante denuncias falsas solo persiguen disfrutar de paellas y barbacoas en su finca “rustica” situada en suelo rústico incumpliendo las limitaciones de edificación por el que manera arbitraria en su calidad de agente medioambiental se ha erigido en juez, parte y víctima.
La gestión de residuos es una actividad regulada que para poderse llevar a cabo debe contar con una autorización cuya solicitud y obtención está regulada por la Ley de Residuos, así como están reguladas en dicha Ley las obligaciones de los gestores de residuos y la información que se debe aportar periódicamente a la administración autorizante, trámites seguidos escrupulosamente por ECOARANDA.
De hecho, Ecoaranda recibe inspecciones periódicas y también otras no programadas de las autoridades competentes como fue la del 09/05/2023 efectuada por la Junta de Castilla y León, Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural; en esta se efectuaron análisis y toma de muestras oficiales de la explotación y el establecimiento, que se elaboraron y documentaron mediante la correspondiente acta de inspección, y tras los análisis oportunos se determina que dichas muestras “se ajustan a lo dispuesto en la normativa vigente, adjuntándose al presente oficio el/los boletines de análisis de las mismas”. Estos documentos han sido entregados en el día de hoy, 25 de mayo, que prueban que hoy estas manifestaciones son falsas y que quienes se han hecho eco de ellas han sido “engañados” por terceros, y que este “engaño” no se ha realizado con fines ambientales sino particulares.
Quienes infringen las normas son los denunciantes que pretenden usar un terreno rústico como si fuera urbano y es que si la planta de reciclaje se encuentra en la ubicación que tiene es para evitar molestias a los vecinos de Aranda de Duero.
Imagen: @Ecoaranda
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