Entendiendo y respetando a los vendedores ambulantes que llevan años reclamando un segundo mercadillo en Aranda de Duero, desde la Asociación de Comerciantes del barrio de Santa Catalina inciden en que el principal objetivo del mercado dominical que ellos solicitaron al Ayuntamiento es otro. Porque se trata de dinamizar el barrio con una propuesta diferente al del mercadillo de los sábados.
Si bien comprenden que los ambulantes pueden tener cabida con hasta el 45% de ocupación con productos de conveción, de lo que se trata, apuntan, es de conseguir un revulsivo en la ciudad con una actividad más moderna que se asimile más a la europea, donde la presencia de productos artesanales y de la tierra, buscando la sostenibilidad y el kilómetro cero, sea su característica. Por ello se deja un 35% para fruta, verdura, plantas y flores, productos de la tierra, frutos secos, encurtidos teniendo preferencia los productos de la zona; y un 20% dirigido a artesanía, permitiéndose también la venta de sellos, monedas, antigüedades y libros.
Por eso lanzan una llamada a artesanos en todos los ámbitos, también en el gastronómico, se sumen a este mercadillo dominical. “Queremos recordar que un mismo puesto puede rotar hasta con cuatro expositores diferentes”, apunta la presidenta de la asociación, Loli Redondo, indicando que su pretensión pasa precisamente porque no se trate de un mercado igual todos los domingos, sino con puestos diferentes cada día para que el público tenga el aliciente de ver algo nuevo cada jornada. A ello se unirán las actividades culturales paralelas que se quieren poner en marcha, en un mercado que también trata de ser multicultural de la forma más extensa posible.
En cuanto a la distribución del futuro mercadillo, de momento el interior del recinto del patio del centro cívico será el que acoja a los puestos de artesanía y productos de la tierra. El resto ocupará la parte de las calles Avenida de Burgos y Fernán González que lindan con el vallado del centro cívico.
Sin pausa, pero sin prisa
Y aunque los vendedores ambulantes han mostrado su prisa “porque esto se ponga en marcha lo más rápido posible” y desde el Ayuntamiento se ha marcado el mes de junio como fecha de apertura, desde la asociación lanzan una advertencia: hay que hacerlo con cuidado.
Porque dentro de esa sostenibilidad, apunta Juan Carlos Quintana desde la directiva, también está la de los propios puestos. Entienden que deben ser los propios expositores los que se encarguen de dejar todo limpio tal y como se lo encuentren cuando lleguen, y que para ello es necesaria la figura de un placero que se ocupe de revisar que la ordenanza se cumple.
Desde el Ayuntamiento, la concejala de Comercio, Olga Maderuelo, aseguraba en octubre de 2021 que ya existía un trabajador municipal encargado de realizar esas funciones. Desde la asociación indican que no tienen constancia de ello. “Tiene que haber un protocolo de seguridad, de limpieza e higiene y eso no está, vemos que aún está todo muy retrasado y entendemos que aún tenemos que seguir trabajando antes de ponerlo en marcha”, señalan. “No es cuestión de fechas, es cuestión de que esté todo bien”, incide Quintana.
Imagen: Junta directiva de la Asociación de Comerciantes de Santa Catalina./ BC
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