El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicará mañana la Orden por la que la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural aprueba el nuevo Reglamento de la Denominación de Origen Ribera del Duero.
Esta DO fue creada por Orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de 21 de julio de 1982. La evolución de la normativa vitivinícola en la década de los años 80, así como la adhesión de España a las entonces denominadas Comunidades Europeas obligó a redactar un nuevo Reglamento en 1992. Desde entonces esta norma reguladora, con algunas modificaciones puntuales, ha sido la base del funcionamiento de la Denominación de Origen y de su Consejo Regulador.
Casi treinta años después se han producido cambios significativos, no sólo desde el punto de vista legal, sino también en aspectos técnicos como el funcionamiento de estas figuras de calidad y, sobre todo, en lo que se refiere a las exigencias actuales en el plano de la seguridad y calidad alimentaria. Todo ello hacía necesario aprobar una nueva normativa para esta Denominación de Origen.
La nueva normativa de calidad que entraba en Castilla y León en 2019 incluye la obligación de que las denominaciones de origen vínicas de la región se acrediten en la Norma UNE-EN-ISO 17065, para poder llevar a cabo el control y certificación del producto. Bajo la tutela del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), la DO Ribera del Duero ha conseguido esa acreditación, lo que le va a permitir convertirse en el único organismo certificador bajo esta norma ISO del vino de Ribera del Duero.
Novedades del Reglamento
El nuevo texto incluye también novedades importantes que permitirán un funcionamiento más ágil de la DO Ribera del Duero y de su Consejo Regulador en un sector complejo y altamente competitivo como es el vitivinícola.
De esta manera se actualiza el funcionamiento de los registros del Consejo Regulador -de parcelas de viñedo y de bodegas-, lo que permitirá una gestión más eficaz de este importante instrumento de control y una mayor implicación de los operadores mediante la declaración responsable.
Del mismo modo se crea el Área de Certificación del Consejo Regulador, encargado de desarrollar las actividades propias de un organismo de certificación de producto, siendo su ámbito de actuación la certificación de vino de la DO Ribera del Duero. Y se ha simplificado el sistema de declaraciones para el control, tratando de disminuir en lo posible la excesiva burocratización que sufren las bodegas, aprovechando el régimen de declaraciones obligatorias que ya presentan.
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