El sindicato UGT de Aranda asegura que durante los últimos 25 años no han existido en la empresa Pascual representantes sindicales de los trabajadores en el comité de empresa, asegurando que existe falta de libertad sindical; y que el comité está formado únicamente por una candidatura denominada ‘grupo de trabajadores’.
En base a esa crítica quieren salir al paso del despido colectivo que Pascual va a realizar a 137 de sus trabajadores, afectando a 45 empleados de la planta arandina. Aseguran que esos representantes de los trabajadores ha facilitado “el objetivo de la empresa de destrucción de empleo” y que la firma “ha jugado con ventaja, porque cuenta en el centro de trabajo de nuestra localidad con un Comité de Empresa dependiente y absolutamente domesticado, sin ningún tipo de capacidad de reacción, ni a nivel de negociación, movilización ni en cuanto a la impugnación judicial del mismo”.
Explican que a lo largo del proceso de negociación, que ha durado un mes, los integrantes del comité “no han informado a los trabajadores de cuestiones básicas como la documentación aportada por la empresa para justificar los mismos o del contenido de las negociaciones, como por ejemplo, del número y clasificación profesional de los trabajadores afectados en la planta de Aranda o de los criterios tenidos en cuenta para la designación de los trabajadores afectados por los despidos”.
Les acusan a estos representantes de “absoluto silencio y opacidad”, que ha limitado las posibilidades de impugnación del acuerdo a los trabajadores individualmente afectados o a la Dirección General de Empleo “en caso de que aprecie fraude, dolo, coacción o abuso de derecho”.
Desde UGT consideran que no existe ninguna causa legal organizativa o productiva que justifique estos despidos. Enumeran que no existe fuerza mayor ni causas económicas, técnicas u organizativas para suspender los contratos, y que no hay una correlación mínima entre las causas alegadas por la empresa que afectaban principalmente a su distribuidora (Qualianza) y el puesto de trabajo y categoría profesional de los trabajadores afectados en la fábrica arandina.
Respecto a las jubilaciones incentivadas anunciadas por la dirección de la empresa manifiestan “que no es este el camino para asegurar el mantenimiento de los puestos de trabajo”, terminan diciendo.
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