Es ahora, cuando todo se encuentra más tranquilo en el hospital arandino, cuando la dirección del Santos Reyes se pone a trabajar preparándose a lo que puede llegar después del verano ante la previsión de un posible repunte de COVID-19. Con el fin de mejorar las instalaciones y la dotación del equipamiento se ha decidido adecuar la actual Unidad de Cirugía sin Ingreso (UCSI), que habitualmente cumple las funciones de hospital de día quirúrgico, para convertirla si fuera necesario en una extensión de la Unidad de Cuidados Intermedios (UCI) existente que albergaría los pacientes con coronavirus.
Explica el gerente del hospital, Evaristo Arzalluz, que lo que se pretende es que la llegada de pacientes graves con COVID no interfiera el desarrollo propio del hospital. “La idea es contar con una segunda UCI para pacientes COVID, porque tal y cómo está ahora si un paciente COVID se pone peor tendríamos que sacar de la UCI a todos los demás incluidos los que están en reanimación procedentes de cirugía”, señala, añadiendo que con esta modificación esta situación no tendría por qué darse.
De esta manera, se trasladaría a la extensión de la UCI a aquellos enfermos con coronavirus que, sin tener los criterios de gravedad que hace necesario su traslado al HUBU para intubar, sí que necesitan una vigilancia más delicada y más control de sus constantes vitales. “A esos pacientes les ingresaríamos en esta nueva unidad COVID de cuidados intensivos monotorizada, con un control más exhaustivos y con una vigilancia más intensa para intentar sacarlos adelante y que no empeoren”, comenta el gerente del hospital. Una adecuación que supondrá una inversión de más de 150.000 euros (29.000 euros para instalaciones, 35.000 euros los respiradores, y unos 100.000 euros el resto del equipamiento ) “pero pensamos que merece la pena tener ese dispositivo preparado y estar en condiciones de atender mejor a nuestra población”, termina diciendo.
En la UCI de COVID se habilitarán cuatro puestos fijos con una una preinstalación para un quinto puesto en caso de necesidad. Contará con un sistema de video vigilancia ya instalado y una central de monitorización de constantes vitales, que permitirá al personal sanitario detectar de manera inmediata cualquier problema que pueda surgir en los pacientes, garantizando así tanto la atención al paciente como la seguridad de los trabajadores, minimizando de este modo su exposición a la carga viral.
Como soporte ventilatorio, la Gerencia Regional de Salud ha suministrado al hospital Santos Reyes cuatro respiradores, uno fijo y tres portátiles, que fueron ya adquiridos de manera centralizada para paliar las consecuencias de la pandemia.
Dos nuevos fallecimientos en la comarca
Viendo los datos que aporta la Consejería de Sanidad observamos que durante los últimos cuatro días en la comarca ribereña han fallecido dos personas (confirmados y compatibles con la enfermedad). Los dos decesos se han producido en Aranda Sur y con ellos son 89 las personas que han sucumbido al coronavirus en la comarca ribereña durante la pandemia. De esta forma 37 pertenecían a Aranda Sur, 24 a Aranda Norte, 21 a Aranda Rural, 6 a la comarca raudense y 1 a la de Huerta de Rey.
Con respecto al número de casos activos, en estos momentos en la comarca hay 258, un descenso de 104 personas enfermas con respecto a hace cuatro días. Una enfermedad, la del COVID, que ha provocado el aislamiento de 1.503 personas en la Ribera del Duero, 5 de ellos nuevos durante esta semana.
Y también en los últimos cuatro días se han realizado 111 PCR de los cuales solo 1 ha dado positivo hasta el momento.
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