Rubén Sáenz del Amo es actualmente profesor de psicología y orientador en el IES Sierra de Ayllón de Segovia, pero el curso pasado fue el orientador del Plan de Salud Mental en el IES Cardenal Sandoval y Rojas de Aranda de Duero. Ahora hemos conocido que su labor en la capital ribereña le ha hecho merecedor de una nominación en los premios Educa como mejor docente de España. Acaba de echar a andar su nueva cuenta de instagram en el que incluye contenido educativo. Con él queremos hablar hoy, sobre todo de educación.
- ¿Qué supone para ti esta nominación?
- Una mezcla de emociones que van desde la copiosa gratificación hacia mis chicos y mis chicas del Sandoval, la recompensa por el esfuerzo, el orgullo por haber logrado algo significativo, la euforia de una felicidad desbordante, pero, sobre todo, el cariño y la motivación que me inspiran a seguir esforzándome, creyendo y amando lo que hago. Cuando tú pones pasión y compromiso, ese pequeño paso aparentemente pequeño, en realidad es muy grande, porque está moviendo resortes más profundos de los que nosotros nos imaginamos. Tenemos que atrevernos a soñar en grande, pero no para impresionar a nadie, sino porque entendemos que, si eso se hiciera realidad, nuestra vida pegaría un salto cuántico. El mayor riesgo no es que apuntemos muy alto y fracasemos, sino que apuntemos muy bajo y triunfemos. Al final destacar no es el objetivo, sino vivir de acuerdo a quien realmente eres.
Francamente, aunque no llegue a estar entre los 10 finalistas dentro de la categoría de ESO y Bachillerato, para mí el mayor premio es haber llegado a estar nominado por el alumnado del centro donde fui plenamente feliz.
- Inauguraste tu vida laboral en Aranda y en sólo un curso logras estar entre los 23 mejores docentes de España. ¿Tiene algo que ver el centro, profesores y alumnos del Sandoval en ello?
- Me gustaría destacar que a pesar de ser yo la imagen visible de esta nominación, el reconocimiento no hubiera sido posible sin una entregada comunidad educativa que me hubiera apoyado, respaldado y facilitado cualquier iniciativa que he propuesto desde el primer día de curso. Es importante crear sinergias interdepartamentales, así como es importante crear unión e identidad de centro, y de eso, los profesores, familias y alumnado del Sandoval, sabemos.
No creo en el destino ni en un pensamiento mágico que controle nuestra vida desde fuera, pero sí que creo en las casualidades, y la realidad es que el curso académico pasado 2023/2024 se generó un caldo de cultivo excepcional e irrepetible en el que la conciliación, el cariño y la pasión, la coordinación, el compromiso, la colaboración y la determinación de todos los agentes, fueron protagonistas en el día a día.
Agradecer a todos mis memorables y asombrosos chicos y chicas, y a todos mis compañeros y compañeras; pero en especial a mi familia del Departamento de Orientación, a mi coordinadora de convivencia Edurne, a mis extraordinarias tutoras y a un equipo directivo ejemplar, liderado por Bea y Diego, que no pudo capitanear mejor su navío. No puedo olvidarme de la Asociación Salud Mental Aranda, con su psicóloga infanto-juvenil, Blanca.
- ¿Por qué es importante que nuestros jóvenes tengan una buena salud mental?
- Porque son el futuro de nuestra sociedad, y para que puedan enfrentar los desafíos de la vida de manera efectiva, necesitan una base emocional y psicológica sólida. Cuando los jóvenes están bien tienen una mejor capacidad para concentrarse, aprender y tomar decisiones saludables. Esto no solo mejora su bienestar personal, sino que también impacta positivamente en sus relaciones, su rendimiento académico y su desarrollo social.
Además, en la etapa juvenil se forman muchas de las habilidades y actitudes que guiarán su vida adulta. Si no se abordan problemas de salud mental en esta etapa, pueden surgir dificultades más graves en el futuro, como la ansiedad, la depresión o el estrés crónico, que pueden afectar a su calidad de vida a largo plazo. Por eso, es clave ofrecerles el apoyo necesario para que puedan desarrollar una mente fuerte, resiliente y capaz de adaptarse a los cambios.
- ¿Cuál es la función de un orientador de instituto?
- Probablemente esta sería la respuesta donde más pudiera extenderme, porque, aunque exista una legislación que limite mis funciones, al final los orientadores en la práctica representamos en los centros educativos una figura comodín y apagafuegos ante lo que pueda surgir. Pero aterrizando, las funciones de un orientador en nuestra comunidad es apoyar a los estudiantes en su desarrollo personal, académico y profesional. Ayudamos a identificar sus necesidades emocionales, psicológicas y educativas, brindándoles orientación para mejorar su rendimiento y bienestar. También asesoramos a los profesores y familias en la gestión de situaciones complejas y colaboro en la planificación de itinerarios formativos y vocacionales. Mi objetivo es asegurarme de que cada estudiante me conozca y reciba el apoyo necesario para alcanzar su máximo potencial.
@Cristina Vetia
- ¿Hay muchos problemas de salud mental en nuestros institutos?
- Sí, los problemas de salud mental en los institutos son una realidad que cada vez se hace más visible. Como orientador, veo de cerca cómo la ansiedad, la depresión y el estrés afectan a muchos adolescentes. Las presiones académicas, las expectativas sociales y, en algunos casos, las dificultades familiares o personales contribuyen a estas situaciones.
Lo positivo es que cada vez hay más conciencia sobre la importancia de abordar la salud mental en el ámbito educativo. Los jóvenes son más abiertos a pedir ayuda y las escuelas están avanzando en crear espacios seguros y programas de apoyo. Sin embargo, sigue siendo necesario ampliar los recursos y reforzar el trabajo en equipo entre orientadores, docentes, familias y servicios externos especializados.
Creo que es fundamental seguir rompiendo estigmas y promover una educación emocional desde edades tempranas. Esto no solo ayuda a prevenir problemas, sino también a que los jóvenes desarrollen habilidades para gestionar las dificultades que inevitablemente encontrarán en la vida.
- ¿Y existen medios para ver que un joven está sufriendo y poder ayudarle?
- Sí. Como orientador, estoy atento a ciertas señales de alarma que pueden indicar que algo no va bien: cambios bruscos en el comportamiento, un descenso en el rendimiento académico, aislamiento social, irritabilidad o expresiones de desánimo. También es crucial escuchar con atención; a menudo, los alumnos dan pistas en sus palabras o en su lenguaje corporal que pueden revelar que necesitan ayuda. En los institutos contamos con herramientas y estrategias para actuar. Desde tutorías, hasta entrevistas individuales con los estudiantes para explorar sus preocupaciones. Además, el trabajo conjunto con las familias es clave; muchas veces los padres no se dan cuenta de lo que ocurre, o necesitan orientación sobre cómo abordar la situación.
También disponemos de protocolos específicos para casos de mayor gravedad, como conductas de riesgo (ideación suicida y autolesiva) o problemas de salud mental que requieren la intervención de profesionales externos. La clave está en crear “La Salita”, un entorno en el que el joven sienta confianza y seguridad para expresar lo que le sucede, y en actuar con rapidez para canalizar ese apoyo hacia los recursos adecuados (CEAS, centro de salud, Psiquiatría infanto-juvenil, etc.).
Siempre digo lo mismo, la cercanía, la asertividad y la empatía son claves. Acompáñales y guíales como te gustaría que te acompañaran y guiaran a ti. Quiéreles como te gustaría que te quisieran a ti. Somos profesores, y por ende somos agentes socializadores de primer orden para los chicos; somos escultores de su mentalidad, de su sistema de valores, de su identidad social, personal y cultural, así como piezas clave en el desarrollo de sus habilidades sociales. Todo lo que en el aula hacemos tiene una repercusión directa e indirecta en su personalidad y en su bienestar emocional, por lo tanto, seamos esos referentes que necesitan, y sí, también en lo afectivo. Muchas veces el modelado por imitación es lo más efectivo… Entiendo que la adolescencia es un reto y una etapa maravillosa a la par que complicada, nadie diría lo contrario, pero no estamos para aguantar a los alumnos, estamos para quererlos, acompañarlos, cuidarlos y respetarlos; porque como nosotros, son personas con sus subidas y sus bajadas, y todos hemos pasado por esos pupitres años atrás.
Tenemos una manera muy dañina de ayudarnos a nosotros mismos. Si a un niño que está aprendiendo a andar solo le llamamos la atención por cada vez que se cae y por en 24 horas haber sido capaz de levantarse solo en tres ocasiones, hoy nadie andaría.
- ¿Qué necesidades has echado de menos para abordar este problema?
- Una de las principales necesidades que he echado de menos es contar con más recursos humanos y materiales para abordar de manera efectiva los problemas de salud mental en los institutos. A menudo, el volumen de casos supera la capacidad de atención que podemos ofrecer, y sería de gran ayuda disponer de más personal que pueda complementar nuestra labor.
Echo también en falta un refuerzo en la coordinación con los servicios externos, como centros de salud mental o servicios sociales, para que las derivaciones sean más ágiles y efectivas y no se vean demoradas por la excesiva burocracia. La salud mental de nuestros jóvenes no puede esperar, y necesitamos un sistema que responda con rapidez y sensibilidad a sus necesidades.
Por último, es importante poner en valor el esfuerzo que se está invirtiendo y la oferta de programas formativos continuos por parte de CFIE y de la Unidad de Bienestar Emocional de la Junta de Castilla y León, tanto para los orientadores como para los docentes, que nos permiten estar actualizados en estrategias de detección e intervención.
Hiciste el grado de Pedagogía en la UBU y durante tu etapa académica han sido muchos los premios que has obtenido (premio extraordinario de grado, premio extraordinario de máster de Profesorado, tercer puesto en el ranking nacional de graduados en pedagogía en 2021 por la Sociedad Española de Excelencia Académica, Beca Santander Progreso 2020 por trayectoria académica).
- ¿Con qué te quedas de tu formación?
- Lo que más valoro de mi formación en la Universidad de Burgos es cómo ha combinado la dimensión académica con un enfoque práctico y humano. Cada logro que mencionas ha sido una recompensa al esfuerzo y la constancia, pero también al apoyo que he recibido de mis profesores, compañeros y mi familia. Estos reconocimientos me impulsan a seguir aprendiendo y a devolver a la educación todo lo que me ha dado. Más allá de los premios, me quedo con las experiencias que me han permitido crecer, como la participación en proyectos innovadores, la colaboración con equipos multidisciplinares y la oportunidad de aplicar lo aprendido en contextos reales.
La pedagogía no es solo una profesión para mí; es una vocación. Mi etapa académica me dio las herramientas para entender la educación desde una perspectiva integral, fomentando tanto el conocimiento técnico como el compromiso social. Si tuviera que destacar algo, sería el haber aprendido que la educación es una vía para transformar vidas, comenzando por la propia.
No sólo te has preparado para la actividad docente. En 2022 publicaste un artículo sobre las estrategias para afrontar el envejecimiento de los trabajadores con discapacidad intelectual.
- ¿Nos puedes resumir las conclusiones?
- En nuestro artículo analizamos un desafío cada vez más presente: el envejecimiento de los trabajadores con discapacidad intelectual (DI) y cómo este afecta su calidad de vida y desempeño laboral. Este fenómeno, que ocurre de forma precoz en comparación con el resto de la población, plantea retos significativos tanto para los trabajadores como para las organizaciones que los emplean.
La investigación nos permitió diseñar un protocolo de medidas específicas para acompañar este proceso. Este modelo de intervención se centra en garantizar apoyos personalizados en áreas clave como el bienestar emocional, la adaptación laboral y la preparación para la jubilación. Además, subrayamos la importancia de crear entornos inclusivos, formar a los profesionales para atender estas necesidades y coordinar esfuerzos entre familias, organizaciones y administraciones. Las recomendaciones que derivamos buscan no solo mejorar la calidad de vida de estos trabajadores en su etapa de envejecimiento, sino también reforzar la sostenibilidad de las organizaciones que los emplean. Planteamos líneas futuras como el pilotaje de estas medidas en entornos laborales reales para validar su efectividad. En resumen, nuestro objetivo es facilitar una transición digna y satisfactoria en esta etapa vital, integrando un enfoque integral que contemple tanto lo individual como lo social.
- Dos años antes, cuando estudiabas en la UBU abordaste el diseño de unidades didácticas en realidad aumentada. ¿Es viable a día de hoy trasladar esa tecnología a las aulas?
- Cuando elaboré mi Trabajo de Fin de Grado en la Universidad de Burgos, me centré en diseñar materiales didácticos en realidad aumentada para su uso en las aulas de 5º de Educación Primaria, concretamente en Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. Descubrí que esta tecnología no solo tiene un gran potencial para motivar a los estudiantes, sino que también mejora habilidades como la atención, la memoria y la percepción. Hoy en día, considero que trasladar esta tecnología a las aulas es viable, pero con ciertas condiciones.
Los avances tecnológicos han hecho que herramientas como las aplicaciones móviles y las plataformas educativas de realidad aumentada sean más accesibles. Sin embargo, su implementación generalizada sigue enfrentándose a retos, como la necesidad de formación específica para el profesorado y la disponibilidad de recursos en los centros educativos.
A pesar de las dificultades, creo firmemente que la realidad aumentada puede enriquecer significativamente los procesos de enseñanza-aprendizaje. Con una correcta planificación y apoyándonos en equipos multidisciplinares, podemos superar las barreras actuales y aprovechar las oportunidades que ofrece esta tecnología para transformar la educación.
Imágenes: @Cristina Vetia
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