"Después de los aplausos dije: ‘Hola, aquí en la ventana', y todo el mundo sin saber qué iba a pasar se quedó"

Ainhoa de la Hoz (Ainhoa Gelado) es una joven arandina que estudia 1º de Bachillerato en el instituto El Empecinado, que imparte clase de gimnasia artística por las tardes y que da clases de ukelele a niños. A esta prolífica actividad se une que durante estos duros días que estamos viviendo se ha convertido en un soplo de aire fresco para sus vecinos. Cada tarde, guitarra en mano, consigue con su música y su voz animar el barrio, un contacto a distancia que se ha convertido en muy cercano para los vecinos del Polígono.

-¿Cómo surgió lo de salir a tu balcón para ofrecer tu música a los vecinos?

-Yo pertenezco a La Probetta, allí hacemos conciertos, Sonorama, Fiesta de la Vendimia,… y he aprendido a perder un poco el miedo a cantar en público y a transmitir cosas bonitas a la gente a través de la voz. El primer día que aplaudimos por la ventana se me quedó corto, era como que necesitábamos seguir un ratito más en el balcón todos los vecinos, como que costaba meterse otra vez para adentro y ya,…sin más, y me dije, mañana me atrevo. Así fue y ya llevamos dos semanas.

- ¿Y cuál fue la reacción?

-Después de los aplausos, dije: “Hola, aquí en la ventana”, y todo el mundo sin saber qué iba a pasar se quedó, se lo dediqué como hago cada noche a los Sanitarios y Personal de servicios que nos cuidan tan bien. Canto dos canciones y hago que el barrio cante conmigo, y son unos enrollados y animados, responden de maravilla, como si estuviéramos de verbena en las fiestas del pueblo. Creo que todos estamos deseando un algo, una chispina, lo que sea para que durante esos 10 minutos que se quedan en la ventana nos olvidemos de todo esto tan feo  que está pasando.

-¿Cómo estás viviendo este encierro obligado?

-Por las mañana tenemos deberes, clases online o explicaciones en aula virtual, ahí se nos va la mañana. Bueno, paramos a las 12 unos minutos y ponemos el Himno de Aranda desde la ventana y al grito de “Aranda Aranda siempre victoriosa” nos decimos “buenos días” los vecinos, y un “hasta la tarde”. Es algo así como, estamos todos bien, vamos que nos queda un poquito menos. Por la tarde hacemos rutinas y entrenos con el Club de Gimnasia Aranda, e intentamos seguir en forma y que las niñas no pierdan su forma física y elasticidad. Llegan las ocho de la tarde muy rápido, aplaudimos para agradecer a los que nos cuidad y... a cantar.

-¿Con qué te quedarás cuando todo esto termine?

-Quiero quedarme con la parte bonita de esto. Hemos aprendido lo que vale y la importancia de una sonrisa, y cómo con eso se puede conectar con la gente. Ojalá todos los vecinos que se asoman a las ventanas, el día que nos dejen salir bajen conmigo a esta plaza, nos conozcamos y nos demos ese abrazo real, el mismo que nos hemos estado dando estos días a través de la voz y de las sonrisas y cantemos todos juntos ahí.

Ainhoa durante una actuación con La Probetta en la pasada edición de Sonorama.

 

-¿Te imaginabas que alguna vez ibas a vivir algo así?

 -Jamás, es algo que aunque lo estás viendo y tienes mucha información no llegas a entender, cómo puede estar pasando esto... Lo vivo con miedo por mis abuelos y por todas las personas más vulnerables a ello. Por ellos, para que esto pare, debemos quedarnos en casa y hacer caso a todo lo que nos dicen para cuidarles y cuidarnos.

-Cantas, tocas la guitarra, pero también compones… ¿desde cuándo?

-Pues compongo desde hace unos años, al principio eran canciones de estas con rima, (risas). Pero bueno, vas aprendiendo y van saliendo cosas chulas que incluso tararea la gente, o las cantas y te dicen, y ¿esto de quién es? Y dices, “no no, que es mío” y mola.

- ¿Hacia dónde va tu futuro?

- Pues me gustaría estudiar algo de la rama sanitaria, luchar por esa nota que nos trae de cabeza a muchos. Y seguir como hasta ahora, cantando en las cenas familiares con mi tío, Maldito Reloj, conciertillos con la Probetta, enseñando a tocar el ukelele y entrenando gimnasia con mis niñas que las echo un montón de menos.

- ¿Qué otras aficiones tienes?

-Aparte de la música y la gimnasia me encanta estar con mis amigos haciendo todo o haciendo nada, pero con ellos, tanto aquí en Aranda como en mi pueblo, Fuentenebro. ¡Ah! y también me encanta hacer bollos de naranja, ¡están buenísimos!

-¿Qué es lo primero que te gustaría hacer cuando acabe este confinamiento?

- Sin dudarlo dar un abrazo a mis abuelos César y Paqui, porque son los mejores abuelos del mundo y siempre nos cuidan genial a mis hermanas y a mí.

Ainhoa es profesora de gimnasia rítmica.