A María de los Reyes Jiménez Borja y Marina Borja Jiménez les unen varias cosas además de los apellidos. Son de Aranda de Duero; familia, primas; cuentan con una edad similar, 63 y 62 años; trabajan como vendedoras ambulantes desde hace más de 40 años y; lo más importante, son gitanas. Esta semana se ha celebrado el Día Internacional del pueblo Gitano y en DR nos ha parecido que es el momento más adecuado para abordar la situación de una parte de nuestros vecinos. En algunas cosas, la mayoría, coinciden, en otras no…
- ¿Es la cultura gitana machista o más machista que otras?
-Marina. En todos los sitios cuecen habas, porque machistas pueden ser los paisanos, los marroquíes, los italianos, los latinos, los franceses… En mi caso concreto, en mi hogar, de machistas nada, sino al revés. Somos nosotras las que ordenamos, guardamos, hacemos y deshacemos. Es más, mi hijo pequeño tiene un niño de algo más de un año y él cuida al niño cuando mi nuera trabaja. El mayor, cuando han tenido mellizos a la par los han sacado adelante. Puede haber casas que sí, de todas formas, ha cambiado mucho la sociedad y la cosa es muy distinta a la de nuestros padres o abuelos. Pero tengo que decir que mi padre tampoco ha sido machista.
- Reyes. En algunos tiempos han podido serlo. Ahora mismo el pueblo gitano ha cambiado mucho, y gracias a dios para bien, porque ahora las mujeres somos libres de hacer muchas cosas. En mi caso, mi marido no es machista. A mí no me prohíben nada, no he vivido el machismo, ni lo he sentido.
- La integración en la educación superior, sobre todo de las chicas gitanas, es complicada. Se están dando pasos, pero ¿es verdad que la mayoría de las jóvenes deja sus estudios para casarse?
-Marina. En esta última década ha habido un cambio bastante drástico en cuanto a los estudios superiores, antes eran los básicos y ahí se quedaban. Ha cambiado la mentalidad. Yo tengo una sobrina de 19 años que está estudiando, hijas de amigas, conocidas y familiares que están estudiando y no se han casado ni tienen interés en hacerlo. Hoy por hoy se está cambiando la mentalidad, porque antes era de “me quiero pedir” en cuanto tenían 15, 16 o 17 años para casarse. Gracias a dios eso está cambiando y nosotros nos alegramos de que tengan un futuro, que puedan obtener un trabajo y tener una vida digna.
- Reyes. Creo que en ese aspecto estamos como los payos, nuestros hijos van al colegio, estudian. Tengo una nieta que sacó los estudios básicos y estuvo haciendo pastelería y repostería dos años, y eso es lo que queremos para nuestros niños y nuestros jóvenes, que estudien y que se realicen en la vida, y no tenemos prejuicios. No es como antiguamente, aunque no quisiesen ellas, las pedían y se casaban, Hoy son libres para estudiar, para realizarse en la vida y para que, si quieren a una persona, casarse y formar una familia. Respetamos tanto una cosa como a otra.
- ¿Habéis vivido alguna situación incómoda por el hecho de ser gitanas?
-Marina. Yo personalmente siempre he tenido desde niña relación con paisanas y hemos sido amigas, todas mis amigas hasta que me eché novio eran paisanas. Sobre cosas raras hacia mi persona alguna pincelada podía decir, pero no quiero hacerlo.
- Reyes. Yo no he vivido en toda mi vida ninguna discriminación hacia mí por ser gitana. Me he criado en un ambiente con muchos niños payos y en ningún momento he notado nada. Es verdad que una vez que una gitana que me estaba comprando una señora me dijo que tuviese cuidado porque era gitana. Yo me eché a reír y la dije que yo también era gitana. Ella me lo negó y se avergonzó, ese caso se me quedó muy grabado en la mente.
- ¿Creéis que los problemas de marginación que existen con las personas gitanas se derivan de que el pueblo gitano ha sido tradicionalmente pobre?
-Marina. No creo que por el hecho de ser pobre sea marginado, porque también hay países muy pobres, la India, el tercer mundo… Es más, hay gente gitana que famosa, sin ir más lejos nuestra madre Teresa de Calcuta, pero no alardeaban de eso porque decir en esa época que eras gitano era bastante peligroso. O Charlie Chaplin y Yul Brynner, que también lo eran. Antes nadie decía que era gitano, ahora sí, porque no hay tanta marginación.
- Reyes. Puede ser que sí, que haya sido marginado por su pobreza, porque nuestros antepasados lo han pasado bastante mal, yo no lo he vivido, pero lo he escuchado a mis abuelos. Pero el gitano ha sido muy listo y ha trabajado, se agarraban a lo que podían.
- ¿A los gitanos os cuesta integraros en la sociedad o es la sociedad la que pone reticencias? ¿Por qué?
-Marina. Creo que nos hemos intentado integrar bastante, y la sociedad, de alguna manera también. Lo que ocurre es que los valores que tenemos, nuestra cultura, nuestros principios, nuestras costumbres y tradiciones, en la sociedad como que no encajan muy bien, pero también los tienen los musulmanes, otros países u otras etnias.
- Reyes. Creo que al gitano no le cuesta integrarse en la sociedad, nos integramos perfectamente, yo estoy muy integrada y mi familia también, en general Aranda está integrada, sólo que tenemos nuestras costumbres. Me considero muy integrada en la sociedad, pero intento no dejar de lado nuestras tradiciones.
- ¿Qué opináis del programa “Los Gypsy Kings” que sigue el día a día a familias de gitanos?
-Marina. En general todos los gitanos nos avergonzamos de ese programa, porque esa no es la vida real de un gitano, es una parodia que han hecho para ganar dinero con un guion escrito. Yo no lo veo, ni lo he visto, ni lo quiero ver, porque francamente me pone enferma. Es como la prensa del corazón, papel cuché, sensacionalista para que la gente se enganche. Si tú quieres saber la vida de un gitano, ven a mi casa y verás que me levanto por la mañana, me voy a trabajar, vuelvo a casa a comer, nos vamos a nuestra iglesia evangélica donde tenemos culto cuatro días a la semana, y si hay que salir algún día a comer o a cenar, pues vamos.
- Reyes. Sinceramente, opino que lo tenían que quitar. No lo veo, pero por comentarios que me llegan cuentan cosas que no son nuestras, que es mentira y que los gitanos no aceptan. Me da mucha rabia y mucha impotencia, porque si pusieran cómo es mi vida verían que es muy parecida a cualquier persona, me levanto, me voy a vender, hago las cosas de casa, voy a la iglesia. Ese programa es mentiroso
- ¿A los gitanos os cuesta más encontrar trabajo?
-Marina. Hace 10 o 15 años sí. Iban gitanos o gitanas a pedir trabajo y, si se enteraban, directamente no las cogían. Ahora ha cambiado mucho y te puedes encontrar detrás de una barra a una chica gitana sirviéndote un café, otras en el supermercado, en un hotel, en una fábrica…
- Reyes. Yo creo que encontrar trabajo les cuesta mucho a los gitanos, si van a una entrevista y hay tres payos cogen primero a los payos, pero estamos prosperando mucho. En la fábrica de Pascual trabajan muchos gitanos, mi yerno y mi hija llevan muchos años trabajando en El Montermoso, nos estamos esforzando y siempre luchando, no dejaremos de hacerlo porque los gitanos somos muy luchadores.
- ¿Qué os gusta de vuestra raza?
-Marina. Hay cosas muy buenas, como el respeto a los mayores, la novia que cuando se casa ofrece su virginidad a la familia como honor, la unión que tenemos, nos enteramos que hay un familiar mal y allí acudimos, que a veces los hospitales se asustan. Estoy muy orgullosa de la unión que tiene el pueblo gitano.
- Reyes. Me gusta que estamos muy unidos, se pone uno enfermo y estamos ahí, a un anciano lo cuidamos hasta que parte con el señor, de improvisto te vienen 5 o 6 a casa y pones una mesa con lo que tengas. Para nosotros el dar y el estar nos gusta mucho, compartir, cuando hay un enfermo y en la casa no hay dinero hacemos una recolecta, hay muchas cosas buenas y tendríamos que seguir así. Quisiera que mi cultura gitana pasar a mis nietos, a mis bisnietos.
- ¿Hay algo que os disguste?
-Marina. Cuando se generaliza, si una persona comete un fallo o un error, lo tiene que pagar la persona, y no que por esa persona juzguen a todas. Cada persona somos un mundo muy diferente, incluso en mi familia todos somos diferentes. No me gusta nada. No todos los bilbaínos eran etarras, no todos los catalanes son independentistas…
- Reyes. No es todo perfecto, pero creo que está cambiando mucho. No me gusta, y ya no se hace, que si el padre decía de casarse la mujer tenía que obedecer y se casaba. Pero gracias a dios está cambiando para mejor, las niñas o estudian, o trabajan, y si se quieren casar son libres de hacerlo con quien quieren.
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