El primer año de gobernanza municipal en el Ayuntamiento de Aranda de Duero se ha cumplido y con su alcalde, Antonio Linaje, queremos sentarnos a valorar el mandato.
- Un año y tres meses después de haber dado el paso de encabezar la lista de Sentir Aranda ¿algún arrepentimiento?
- Por supuesto que no, para alguien que “siente” Aranda, ser alcalde de mi ciudad es el reto más bonito e ilusionante al que me he enfrentado. No nos vamos a engañar, hay momentos extremadamente difíciles, no sólo en lo político o en lo administrativo, sino que nunca me acostumbraré a que, desde la oposición, personas que no me conocen digan cosas sobre mí que no son ciertas, o que están manipuladas. No soy un ingenuo, y sé que así es la política, pero sigo pensando que así no es lo que la política debería ser…
Por lo demás, me siento muy agradecido de que Sentir Aranda confiase en mí para encabezar un proyecto por primera vez liderado por los ciudadanos, basado en que los propios arandinos podemos encabezar el proyecto que queremos para nuestra ciudad.
- Me imagino que sí que hay cosas de las que te arrepientes en este año como alcalde…
- Hay muchas cosas que con perspectiva podrían haberse hecho de mejor manera, aunque el problema es que, en el momento de producirse, la información con la que se contaba implicó actuar de la forma en la que se hizo. Esa reflexión la he llevado siempre como máxima vital. Por lo tanto, no merece la pena en absoluto lamentarse por ello, sino aprender de decisiones erróneas o en las que se podría haber obtenido un mejor resultado, de forma que se pueda actuar de mejor manera en el futuro, en situaciones similares.
Por ejemplo, algo que me ha costado mucho entender es que los partidos políticos que componen la oposición tienen también sus propios intereses en el corto y en el largo plazo. Un error que cometí en los primeros meses, y que en ocasiones aún sigo cometiendo, es simplificar demasiado la política, pensando “si esto es bueno para Aranda, los partidos de la oposición lo apoyarán”, cuando la realidad es que con este tipo de partidos no puede darse nada por hecho, sino que hay que intentar estudiar y comprender que ese apoyo puede chocar con intereses de reconocimiento, estrategia electoral, o incluso estrategias de consolidación de figuras internas. No estoy de acuerdo con esta forma de actuar, pero desde luego sí he tenido que esforzarme por comprender que este tipo de dinámicas se van a producir y que en toda negociación es necesario tenerlo muy presente.
- ¿Qué es lo que mejor funciona en el Ayuntamiento de Aranda?
- El compromiso que la gran mayoría de los empleados públicos tienen con el Ayuntamiento y con la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Durante este año he tenido la oportunidad de conocer a casi todos ellos, y puedo confirmar que tienen una gran vocación por lo que hacen, pese a la falta de medios y de oportunidades de reciclaje y de formación constante que sufren.
- ¿Y qué cosas hay que mejorar?
- Además de la plantilla de personal, los procedimientos y procesos internos del Ayuntamiento. Es necesario lograr automatizar tareas repetitivas que generan ninguno o poco valor añadido, con el objetivo de poder disponer de más tiempo para las reformas pendientes, para mejorar la atención al ciudadano o para reducir los tiempos de tramitación de los expedientes administrativos.
- Hablemos de concejales liberados. Hay comentarios que dicen que en campaña Sentir Aranda no apostaba por tener ediles liberados, pero yendo a nuestra hemeroteca vemos que no dijiste eso incluso antes de empezarla. ¿Opinas que la oposición está utilizando ese tema para desgastar al equipo de gobierno?
- Por desgracia así es. La oposición, parte de la cual estuvo gobernando en el mandato y mandatos anteriores, sabe perfectamente que no es posible dirigir una concejalía en los ratos libres que te quedan cuando sales de tu trabajo de 40 horas semanales.
De hecho, antes de las elecciones existía un preacuerdo contraído entre los dos grandes partidos para establecer liberaciones en el gobierno y en la oposición, lo que sucede es que han cambiado su discurso tras perder ambos las elecciones municipales.
Como dije en todas y cada una de las entrevistas que concedí durante la campaña electoral, y que por cierto cualquier persona puede volver a comprobar, en Sentir Aranda siempre hemos estado a favor de las liberaciones en el gobierno, pero no así en las de la oposición.
Lo que ocurre aquí son dos cosas: la primera es que la oposición tiene miedo de que, si tenemos concejales dedicados exclusivamente a desatascar problemas municipales, muchas cosas empezarán a funcionar mejor en menos tiempo, calculando que estratégicamente es preferible que las cosas municipales vayan mal con el fin de capitalizarlo posteriormente en las elecciones. La segunda cuestión es que piensan que, manipulando el discurso, las liberaciones pueden pasarnos factura al poder convertirlo en algo impopular. Yo no me escondo y quiero ser claro porque estoy seguro de que los arandinos lo entienden: para que Aranda vaya bien no es posible gobernar en los ratos libres, al igual que ocurre en todas las ciudades de nuestro tamaño.
- ¿Ya se ha avanzado algo con el PSOE sobre ese tema de liberaciones y puestos de confianza?
- Hace algunos días que hemos contactado con el PSOE y le hemos invitado a mantener una reunión sobre estas cuestiones, tal como acordamos. Esperamos que las negociaciones puedan comenzar de forma inminente. Me preocupan especialmente algunas cuestiones, como la necesidad de un responsable de comunicación. Somos la única ciudad de nuestro tamaño que no cuenta con una persona o gabinete al cargo de la comunicación, lo cual impide que los ciudadanos estén informados sobre las novedades, incidencias, servicios, derechos u obligaciones relacionados con la actividad municipal.
- Es difícil gobernar en minoría, ¿sigue Sentir Aranda dispuesto a que PSOE o PP participen en ese gobierno?
- Es muy difícil, especialmente sabiendo que en cada negociación debemos tener en cuenta no sólo los beneficios de una medida, sino los intereses particulares que pueden tener los partidos en el momento de la votación, de los que ya he hablado anteriormente.
Nosotros siempre hemos creído en que lo mejor que le puede pasar a Aranda es la colaboración entre todos, con la creación de lo que llamamos un “gobierno de Unidad Municipal”, y lo seguiremos defendiendo hasta el final del mandato. Por lo tanto, mantenemos y mantendremos la puerta abierta a que todos los concejales que lo deseen entren a formar parte de nuestro gobierno de coalición actual.
- ¿Cómo es la relación equipo de gobierno- empleados municipales en estos momentos? ¿Ha mejorado algo?
- Me parece que la relación ha mejorado mucho. Tenemos una concejala de Personal que está haciendo un gran trabajo, y que ha conseguido recuperar herramientas básicas, como las mesas de negociación, que han hecho posible restablecer el diálogo con los representantes de los empleados. Asimismo, hemos empezado a recuperar algunos derechos laborales que se habían suprimido, a pesar incluso de suponer en algunos casos un derecho adquirido, como las reducciones de jornada en algunas fechas señaladas.
No obstante, soy consciente de que aún queda muchísimo por hacer. La política de personal de los últimos años está muy arraigada en la administración. Cambiar la forma de hacer las cosas, y recuperar los derechos y la confianza de los empleados lleva tiempo. Lo que sí me gustaría transmitir es que creo que las cosas han cambiado lo suficiente como para que en este momento cualquier trabajador sepa que puede acudir a su concejal y trasladarle libremente sus recomendaciones, e incluso que siempre que es posible se tienen en cuenta, aunque a veces requiera la realización de procesos que no funcionan todo lo rápido que nos gustaría.
- No hay suficientes trabajadores y ante esa cuestión siempre sale a colación la RPT (Relación de Puestos de Trabajo). ¿Cómo está este tema?
- Ese es uno de los problemas principales que tenemos en relación con el personal. Todas las concejalías tienen déficit de personal e incluso nos encontramos algunas con la apabullante cifra de cero empleados, como Participación y Barrios. Aranda, y el contexto socioeconómico, tecnológico y urbanístico ha cambiado mucho desde la fecha de aprobación de la anterior RPT, en el año 2012, y nos posible atender a necesidades del año 2024 con una estructura y unos recursos del año 2012. Por desgracia el atasco que vivimos en todos los servicios que prestamos al ciudadano, desde bomberos, hasta registro o urbanismo es producto de estas deficiencias.
Por ello, desde que llegamos comenzamos a trabajar muy duro en la aprobación de una nueva RPT, partiendo del borrador del anterior gobierno municipal, pero haciendo importantes cambios estratégicos. Tras una consulta con todos los responsables de área, nos hemos dado cuenta de que el borrador que iba a aprobarse, quizá producto del tiempo transcurrido desde el comienzo de los trámites, ya no se adaptaba en absoluto a las necesidades actuales.
En estos momentos el proyecto de RPT está casi completado y se encuentra en fase de negociación con los sindicatos, a los que quiero agradecer su buena disposición y sus aportaciones. Por tanto, en breve habrán concluido estos trabajos y en los próximos meses podremos empezar la tramitación política, que espero también que pueda desbloquearse lo antes posible.
- ¿Todavía quedan por limar muchos temas heredados de los pasados mandatos? ¿Cuáles son los más importantes?
- Por desgracia así es. De hecho, un año después nos siguen saltando diariamente problemas heredados o deficiencias en el funcionamiento municipal que deberían haberse solucionado hace años. No me daría tiempo aquí a resumir todos y cada uno de ellos, puesto que esto daría para otra entrevista, pero si puedo comentar algunos.
Él enorme déficit de personal, del que ya hemos hablado anteriormente y que es trasversal a todas las áreas; urbanismo, con dos problemas importantes, por un lado el enorme atasco que nos hemos encontrado en relación a la tramitación de expedientes, y por otro con el PGOU, que ha nacido muerto, probablemente debido también a la demora desde el inicio de los trámites, y que no se ajusta en absoluto con la realidad ni las necesidades de desarrollo industrial y de vivienda de la ciudad; la inexistencia de planes de autoprotección en las instalaciones deportivas, que estamos intentando solucionar; la falta de un retén de bomberos, también en visos de solución una vez se culminen los trámites administrativos; los problemas con un excesivo número de horas extraordinarias, especialmente en servicios de emergencia, también como consecuencia de la falta de personal; el conocido problema urbanístico de la plaza de toros, que impide por el momento su apertura; los problemas con el servicio de cementerios; la falta de suelo industrial en los polígonos, que dificulta enormemente o directamente impide el asentamiento de nuevas empresas; la falta de competencias digitales entre el personal municipal debido a la inexistencia de cursos de formación, acompañado a tecnologías informáticas antiguas y desactualizadas; los desperfectos y el embrollo administrativo que habían generado para la reapertura del Museo del Ferrocarril, también en visos de solución, etc.
A todo esto, y a muchos más problemas que no me da tiempo a citar, tenemos que añadir dos cuestiones. Por un lado, el grave déficit de conservación que nos hemos encontrado en los edificios e instalaciones municipales, como colegios, edificios administrativos y otras instalaciones de almacenamiento y servicios, muchos de ellos inhabitables y otros incluso en estado de ruina.
Por último, pese a haber conseguido la captación de varios fondos europeos, nos hemos encontrado con graves problemas en la fase de ejecución, con proyectos poco definidos, que además no han tenido en cuenta las carencias de personal y, lo que más me preocupa, con errores en la metodología de cuantificación económica de los mismos, lo que nos está haciendo descubrir importantes sobrecostes.
- ¿Se conseguirá que alguna empresa grande llegue a Aranda próximamente?
- Tenemos una relación fluida con todas las empresas que nos llaman para interesarse por Aranda. He de decir que nuestra ciudad está muy bien posicionada en casi todos los aspectos, por lo que atrae bastante interés por las grandes empresas. Si hasta ahora no se ha conseguido la llegada de nuevas empresas es precisamente por la falta de suelo industrial. Para dar cabida a esta necesidad, tal como demandó ASEMAR, tenemos pensada la ampliación del polígono de Prado Marina, para lo cual hemos incluido una partida para la redacción del proyecto en los Presupuestos de 2024.
- Se habló de liberación de suelo para la construcción de viviendas, de crear un ente para mediación de alquiler, de hacer un listado de inmuebles vacíos para incentivar su alquiler… ¿Qué se ha hecho sobre ello?
- Hemos dado pequeños pasos en este sentido, sobre todo basados en una fase de diagnóstico muy preliminar, por lo que reconozco que aún no hemos hecho avances. Somos conscientes de que la evolución del precio de la vivienda en Aranda, tanto en alquiler, como en venta, es un grave problema al que tenemos que hacer frente. Más pronto que tarde todos los grupos municipales debemos plantear un verdadero debate político sobre este asunto, poniendo sobre la mesa todas las soluciones posibles.
- En el programa político Sentir Aranda afirmaba que reprobaría a los concejales con un bajo rendimiento. Ciñéndonos a los que tienen responsabilidad en alguna concejalía, ¿realmente todos los miembros del equipo de gobierno están funcionando bien?
- Estoy muy orgulloso de todos los concejales que componen el Gobierno Municipal, tanto de Sentir Aranda, como de Podemos-Izquierda Unida y de Ciudadanos. Creo que es muy difícil encontrar a unos concejales con el nivel de compromiso actual.
Soy consciente de que el cambio lleva tiempo, y que muchos de los problemas que Aranda sufría hace un año aún siguen sin solución, pero los concejales están trabajando muy duro para solventarlos y hacer de Aranda una ciudad mejor.
En gobiernos anteriores teníamos concejales que no acudían por sus concejalías, sino que eran los empleados públicos quienes tenían que asumir sus competencias, mientras los concejales se limitaban simplemente a firmar los asuntos y a mantenerse parcialmente informados.
Este modelo ha cambiado, y pese a que cada concejal se organiza como puede de acuerdo con sus necesidades de conciliación entre el Ayuntamiento, su trabajo y su vida familiar (algunos incluso han tenido que hacer importantes renuncias laborales), voy a poner un ejemplo de cómo podría ser el día a día de un concejal:
Se levantan a las 7:00 o 7:30 de la mañana para estar en su concejalía a las 8:00, resolviendo incidencias, acudiendo a las comisiones informativas e impulsando distintos temas hasta las 15:00 o 15:30. Comen rápidamente, en media hora, y a las 16:00 se dedican a su actividad profesional, terminando no antes de las 23:00. Tras ello, cena rápida y a la cama sobre las 00:00 horas, para el día siguiente levantarse de nuevo a las 7:00. Como decía, algunos de ellos, incluso se han visto obligados a renunciar o reducir significativamente su actividad profesional para acudir también a las concejalías por las tardes. Creo que este ejemplo es bastante representativo del grado de compromiso y de trabajo de los concejales, así como de que este modelo no puede ser sostenible en el tiempo, más aún si tenemos en cuenta que hay muchos concejales que además tienen necesidades de conciliación familiar al tener niños pequeños.
- Nos olvidamos a veces de que eres joven y eres una persona, y surgen críticas a que te diviertes como un joven más o te disfrazas en Carnaval. ¿Qué quieres decirles a esas personas?
- Es un orgullo ser alcalde de Aranda de Duero, pero creo que no descubro nada nuevo al decir que al mismo tiempo implica un importante sacrificio en el ámbito personal. Creo que en el poco tiempo que tengo libre debo seguir siendo yo y poder divertirme como un ciudadano más. El estar en política no debería implicar que los representantes públicos nos aislemos de la sociedad y nos creamos diferentes. Alejarnos del ocio y de la sociedad no creo que sea bueno ni para la política ni para nosotros.
En este sentido, procuro seguir haciendo deporte y salir con la bici, una de las aficiones que mantengo desde hace años. También me gusta ir al cine, al teatro y en general a toda la oferta cultural que tenemos en Aranda. Disfruto mucho haciéndolo y además siempre que puedo intento ir como una persona más, no como alcalde. Y sí, en Carnaval me gusta disfrazarme, al igual que participar en las Fiestas de Aranda y de vez en cuando salir a tomarme unos vinos con mis amigos. Así es como soy y como tengo intención de seguir siendo, ya sea alcalde o ya sea que tenga cualquier otro trabajo.
- ¿Te sientes animado para seguir siendo el alcalde de los arandinos?
- Desde luego que sí, como he dicho antes, pese a todos los problemas diarios, ser alcalde de mi ciudad es algo precioso, sobre todo teniendo la oportunidad de liderar un proyecto nacido desde la sociedad civil y participado por los propios ciudadanos con el foco puesto en Aranda y solo en Aranda. Siento que los arandinos estamos construyendo algo grande, de forma más lenta de lo que nos gustaría, pero algo fresco, novedoso y diferente.
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