Eduardo Miravalles tiene raíces ribereñas, concretamente de Roa de Duero. Estudió Bellas Artes y Filosofía en Barcelona y no fue hasta que hizo su doctorado en Filosofía cuando descubrió su verdadera pasión por el diseño y la publicidad. Ha llegado a dirigir el departamento de arte en varias agencias de renombre y ha aprendido trabajando con grandes marcas. Su paso fue ir por libre con la creación de Vamos Estudio. Con él hemos querido hablar hoy.
- ¿Cuándo se crea Vamos Estudio, quiénes lo crean y qué trabajos se hacen desde allí?
- Vamos Estudio nació en Zaragoza, donde me había establecido en aquel momento. Estuve como director de arte durante la Expo del 2008. Mi socio, David Gamarra, y yo fundamos el estudio tras haber colaborado juntos en varias agencias. Nos hemos dedicado a generar diseños atractivos y estratégicos para una amplia gama de clientes. Aunque hemos trabajado para grandes marcas como Adidas, últimamente nos hemos centrado en el sector vinícola, donde hemos encontrado un nicho en el que prosperar, trabajando para bodegas incluso de Argentina y Australia.
- Comenzasteis en Zaragoza, pero rápido abristeis una segunda sede en Barcelona. ¿Necesitaba expansión la empresa?
- Efectivamente, comenzamos en Zaragoza, pero no tardamos en abrir una segunda sede en Barcelona. No era tanto que la empresa necesitara expandirse, sino que queríamos aprovechar la oportunidad que presentaban mis frecuentes viajes entre Zaragoza y Barcelona. Por supuesto, también mantengo mis raíces en Roa, mi pueblo natal.
- Y ahora vuestra mirada está puesta en México. ¿Qué os ofrece ese país?
- México es un país fascinante, con una cultura rica y diversa, y una industria del vino en pleno auge. Este crecimiento en el sector vinícola mexicano se refleja en la creciente demanda de servicios de diseño y comunicación de calidad, y es aquí donde Vamos Estudio puede marcar una gran diferencia. La oficina en México está dirigida por Tatiana, una talentosa experta en comunicación y vino. Su conocimiento profundo del mercado mexicano, su pasión por el vino y su habilidad para crear historias visuales cautivadoras son fundamentales para nuestra expansión en la región. A esto se suma nuestra experiencia previa trabajando en la externalización para diversas Denominaciones de Origen, en particular con la garnacha de Aragón, que nos ha permitido acumular un conocimiento valioso y ha abierto puertas para trabajar en nuevos mercados internacionales. En México, no sólo vemos una oportunidad de negocio, sino también una oportunidad para intercambiar conocimientos y aprender de una cultura vinícola emergente y emocionante.
- Pentawards de Oro en 2022, Laus de Oro en 2022 y Laus de Plata en 2023 por vuestros diseños. Una pasada tanto reconocimiento internacional, ¿no?
- Definitivamente, recibir reconocimientos internacionales como el Pentawards de Oro, el Laus de Oro y el Laus de Plata ha sido un verdadero honor para nosotros en Vamos Estudio. También nos han vuelto a nominar a los Pentawards este año. Y la revista más importante del sector en España, Gráffica, nos ha puesto como uno de los mejores estudios del momento. Estos premios representan un reconocimiento a la dedicación, el esfuerzo y la creatividad que ponemos en cada proyecto. Sin embargo, lejos de resultar en complacencia, estos éxitos nos motivan a seguir superándonos, a explorar nuevas ideas y a continuar creciendo en nuestro oficio. Estos galardones no sólo nos posicionan entre los mejores estudios de diseño, sino que también refuerzan nuestro compromiso con la excelencia en la comunicación. Si bien somos conscientes de que estos reconocimientos implican un alto estándar que mantener, vemos esto como un desafío emocionante. Estos premios son un testimonio de que estamos en el camino correcto, pero lo que más nos emociona es el viaje que tenemos por delante y las historias que aún tenemos por contar
- Todo por diseños de etiquetas y embalajes de vino, incluyendo la Ribera del Duero. ¿Cómo ha sido trabajar con las bodegas de la zona?
- Es verdad, nuestros diseños han obtenido reconocimiento internacional y uno de ellos es, sin duda, "Valderiz al Alba" de la Ribera del Duero. Este proyecto en particular tiene un significado especial para mí. La bodega Valderiz y yo compartimos una larga historia, pues somos amigos desde la infancia. Poder colaborar en un proyecto tan importante con personas que considero tan cercanas, fue realmente gratificante.
Además, también tuve el honor de crear la marca "Aranda, Ciudad Europea del Vino" y en varias ediciones de los premios Envero, lo que acredita mi compromiso y conexión con la zona de la Ribera del Duero. Pero aún con todos estos logros, siento que mi nombre y el de Vamos Estudio no se asocian ampliamente con el diseño en la Ribera del Duero, y espero que eso cambie en el futuro.
Aprovecho esta entrevista para enviar un mensaje a la Denominación de Origen de la Ribera del Duero. Creo firmemente que, con mi experiencia y conocimiento en el sector, podría aportar mucho en términos de diseño y comunicación. Con Vamos Estudio, tendrían un socio comprometido con la excelencia y la innovación, que entiende el mercado y que comparte un vínculo especial con la zona.
Así que, desde aquí, les invito a que nos consideren para sus futuros proyectos. Estamos más que dispuestos a aportar nuestro expertise y pasión para potenciar la imagen y el reconocimiento de la Ribera del Duero. Y no hay nada que me gustaría más que poder aportar mi granito de arena a la DO de mi tierra.
- ¿Puede ser que en otras denominaciones apuesten más por la imagen?
- Es un fenómeno curioso, pero común, entre algunas bodegas. Mientras no escatiman en esfuerzos ni en gastos para asegurarse de que su vino sea de la máxima calidad, a veces no muestran el mismo enfoque cuando se trata de su imagen de marca. Esta paradoja se evidencia cuando algunas bodegas contratan estudios de diseño que compiten principalmente en precio, en lugar de ofrecer un servicio integral que realmente ponga en valor su producto. Es importante recordar que la imagen de una botella de vino, su etiquetado y su embalaje, son la primera impresión que un consumidor tiene del producto. De la misma forma que una bodega no dejaría que su vino lo elabore cualquiera, es crucial entender que la imagen de la marca debe ser gestionada por profesionales expertos en el sector. Es fundamental entender que una inversión en diseño y branding es una inversión en el futuro de la marca.
- Desde hace unos meses surge tu unión con el fotógrafo Paco Santamaría. ¿Cómo ha sido esa fusión?
- Unirme a Paco Santamaría ha sido una evolución natural y emocionante de nuestra colaboración. Paco es un fotógrafo excepcionalmente talentoso, cuyo ojo para la belleza y los detalles ha dado vida a nuestros diseños de una manera que ningún otro podría. Además de su habilidad fotográfica, Paco tiene un instinto innato para entender y captar la esencia de nuestras visiones de diseño. Pero más allá de sus habilidades técnicas, es un gran compañero de trabajo. Su entusiasmo y pasión por lo que hace es contagioso, y su capacidad para colaborar y aportar nuevas ideas ha enriquecido enormemente nuestro trabajo en Vamos Estudio. Es esta combinación de talento técnico, creatividad y espíritu de colaboración lo que hace que nuestra asociación con Paco sea tan especial. Juntos, somos capaces de ofrecer a nuestros clientes un paquete completo de diseño y fotografía de alta calidad que va más allá de lo que cada uno de nosotros podría ofrecer por separado. Paco es ahora la cara visible de nuestro estudio en la Ribera del Duero, y su presencia ha elevado nuestro perfil y nuestro trabajo en la región.
- ¿Qué supone un buen diseño para un producto?
- Un buen diseño, a primera vista, tiene un impacto directo en las ventas de un producto. Sin embargo, su influencia va mucho más allá de los números. Un diseño de calidad establece una conexión emocional entre el producto y el consumidor, una relación que trasciende la mera transacción comercial. En su esencia, un buen diseño es una narrativa visual. Cuenta la historia del producto, transmite sus valores, su origen y su propósito. En un mercado saturado, donde los consumidores están bombardeados por un sinfín de opciones, un diseño distinto y atractivo puede ser el factor decisivo que incline la balanza a favor de un producto. Este reconocimiento de la marca que proporciona un buen diseño no sólo aumenta las ventas a corto plazo, sino que también contribuye a construir la identidad de la marca a largo plazo, fomentando la lealtad del cliente y consolidando su presencia en el mercado. Finalmente, y no menos importante, un buen diseño refleja un respeto por el consumidor. Demuestra que la empresa valora su atención y está dispuesta a ofrecerle un producto y una experiencia dignos.
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