Pedro Félix García nació en Madrid en 1944 y por eso se considera octogenario, pues dice que está ya en la octava decena de su vida. También dice que ha sido un pluriempleado. El dibujo de humor no ha sido su medio de vida, pero sí le ha ayudado a vivir mejor. Su primer contacto con los medios de comunicación comenzó en julio de 1970, mes en el que comenzó a publicar todas las semanas una página de humor en la revista del motor ‘Velocidad’. Desde entonces ha venido publicando sus viñetas regularmente en diversas revistas del mundo del automóvil: “Octanaje”, “Información Ganvam”, “Alquiler de Coches”, “Motor@Oil”, etcétera.
En 1972 ganó el Premio al mejor chiste gráfico sobre la Lotería en la Olimpiada Internacional del Humor de Valencia. Natalia Figueroa –nombrada Musa del Humor aquel año- fue quien le impuso la ‘Antorcha Olímpica del Humor’ en el Teatro Principal de Valencia.
Ha sido una especie de “todoterreno” en los medios del mundo de la comunicación relacionados con el motor, pues no sólo ha dibujado chistes gráficos, sino que, como por aquel entonces él estaba estudiando Industriales, Rafael Escamilla –que estaba al frente de la revista “Velocidad”- le empujó a escribir también artículos de carácter técnico. Así que, desde la década de los ’70 del siglo pasado, también ha publicado infinidad de artículos sobre tecnología y también sobre temas de circulación rodada y seguridad vial, habiendo sido galardonado por sus trabajos con numerosos premios nacionales de Prensa otorgados por la Dirección General de Tráfico, por el Ministerio de Industria y por la Federación Nacional de Autoescuelas.
Alcanzó una gran difusión –más de cien mil ejemplares- su ‘Manual de Lubricación’, en el que explicaba todo lo relacionado con el complicado mundo de la Tribología de un modo sencillo e inteligible incluso para los más profanos; también explicaba allí con claridad los significados de las especificaciones que han de cumplir todos y cada uno de los aceites que es posible encontrar en el mercado, y las grasas, y los líquidos refrigerantes, y los de freno, y los aceites hidráulicos... Cuentan que a más de uno se le escapó una lagrimita el día que echó el cierre la editorial que lo sacaba a la luz año tras año.
-¿Desde cuándo colaboras en medios ribereños?
-Anteriormente, siempre me había limitado al mundo del motor. En 2014 elaboré unas tiras gráficas –jocosas pero respetuosas- sobre las historias de la construcción de las iglesias arandinas de Santa María y de San Juan y se las ofrecí a José Zapatero como soporte publicitario de sus establecimientos hosteleros. No sólo las aceptó y elaboró con ellas unos folletos propagandísticos que circularon mucho aquel verano de ‘Las Edades del Hombre’ por Aranda, sino que, además, también me pidió que hiciese un cómic con la historia gráfica del Monasterio de La Vid. Aprovecho yo aquí para agradecerle públicamente al encantador padre Serafín la enorme paciencia con que me soportó y fue corrigiendo todos mis errores antes de lograr yo elaborar finalmente una historia gráfica digna de ese gran monasterio de origen premostratense. Luego, a partir de 2015, comencé a publicar una viñeta diaria en ‘ArandaHOY’ y también artículos de vez en cuando. Igualmente aparecen colaboraciones mías en ‘Diario de la Ribera’.
-¿Opinas que una imagen vale más que mil palabras?
-Por supuesto. A veces un chiste gráfico dice mucho más que un sesudo artículo editorial, con la ventaja de que el lector percibe su contenido de inmediato, mientras que un artículo hay que leerlo y para eso se requiere más tiempo. En los casos de las iglesias y del monasterio a los que me he referido antes, un cómic ayuda a fijar las fechas y la evolución histórica del transcurrir de una serie de acontecimientos, de un modo mucho más sencillo, fácil y rápido que un texto, siempre más arduo de digerir.
-Háblanos de los políticos arandinos ¿a quién te resulta más fácil de dibujar?
-A todos los personajes les dibujo con mucho cariño y respeto. Los hay cuyos rasgos son muy personales y es fácil representarlos con unos trazos simples. Creo que mi representación de Eusebio Martín gustó mucho desde el principio. Además, él mismo tuvo la culpa de protagonizar buena parte de mis viñetas, porque suele destacar por hacer a menudo propuestas interesantes en los plenos.
-¿Cómo dibujaría Pedro Félix el salón de Plenos en el próximo mandato de Aranda, tan colorido como ahora con siete grupos políticos?
-Todavía no ha irrumpido aquí ‘VOX’…
-Me imagino que tus viñetas en alguna ocasión no son plato de gusto para los protagonistas ¿Has tenido problemas alguna vez con alguno de ellos?
-Sé que hay una concejal –que no voy a decirte quién es- a la que no acaba de satisfacerle su caricatura. En cambio la alcaldesa se muestra encantada con la suya; me dice que la saco muy guapa, que ella se ve más gorda. Nunca he tenido problemas porque siempre evito el mal gusto y cualquier comentario o dibujo ofensivo. Un antiguo director general de Tráfico me dijo en una ocasión, que conmigo no era posible enfadarse porque yo daba palos, pero con vaselina.
-¿Qué temas son los más recurrentes para hacer crítica en forma de viñeta?
-No hay más que seguir un poco la actualidad y enseguida surgen muchísimos temas; me sería imposible tratar de dibujar todo lo que se me ocurre. El mundo de la política se presta mucho a la viñeta gráfica. De hecho, todos los medios realmente importantes –tanto impresos como digitales-, cuentan con algún viñetista.
-¿Qué te gusta más, el mundo de las viñetas o el de los coches?
-Los coches siempre fueron mi gran pasión pero, ya me confieso rebasado por la conectividad. He probado muchos coches en mi vida y he ido publicando lo que sinceramente opinaba de ellos. Pero últimamente hubo alguno al que incluso fui incapaz de conectarle inalámbricamente mi teléfono móvil. Los coches de hoy para mí son una especie de ‘tables’ con motor y ruedas. Ya no disfruto con ellos. Han dejado de interesarme. He dejado de escribir sobre pruebas de coches. En cambio, sigo disfrutando mucho cuando dibujo, soy una especie de persona capicúa. Empecé dibujando desde muy pequeñito y acabaré dibujando hasta muy viejecito. Es triste llegar a un momento de la vida en el que dices ‘yo he sido’. Yo he sido ingeniero, yo he sido carpintero, yo he sido médico, yo he sido fontanero,… Yo todavía soy. Llegados a mi edad, cobra gran importancia el presente de indicativo en vez del participio pasado. Si me preguntan, todavía puedo contestar ‘yo soy dibujante humorista’. Es importante ese ‘yo soy’. Todavía yo soy algo.
-Te apasiona el arte y la Ribera de eso tiene mucho…
-Efectivamente, así es. No sólo Aranda, sino en toda la comarca hay muchísimas joyas arquitectónicas; y no sólo en la comarca, sino también en toda la provincia. Y no sólo en la provincia; sino en toda Castilla y León. Y no sólo hay monumentos, también hay bastantes actividades. Por ejemplo interesantes cursos de arte organizados en Aranda por la Universidad de Burgos, conferencias, exposiciones,… Y no sólo están las salas de exposiciones municipales de la Casa de Cultura; en Aranda también tenemos una galería de arte particular… También contamos con algunas asociaciones culturales; yo soy miembro de ARA (Agrupación Ribereña de las Artes) y ello me ha permitido conocer a personas muy valiosas.
-¿Crees que en la comarca damos valor a lo que tenemos en materia de patrimonio?
-No a nivel general, pero en Aranda sí hay un grupo amplio y muy concreto de personas que sí saben valorar la historia y el patrimonio ribereños. Afortunadamente, me parece que cada vez son más las personas que entran a formar parte de ese grupo.
-¿Es Vadocondes un buen lugar para vivir?
-Sí; yo paso en Vadocondes largas temporadas, pues me siento muy ligado a esta localidad de la que eran naturales mi mujer y mi abuelo materno. Vadocondes cuenta con el incentivo de estar muy cerquita de la capital de la Ribera, con todas las ventajas inherentes, como la facilidad de poder asistir todos los años a los cursos de Arte que organiza en Aranda la Universidad de Burgos, cursos a los que antes ya me he referido. En Vadocondes también existen algunos servicios esenciales, como dos oficinas bancarias, una farmacia y un bar; también hay una residencia para mayores. En cuanto a riqueza patrimonial, merece destacarse muy especialmente la Iglesia parroquial de Vadocondes, que muestra de forma evidente cómo fue su proceso constructivo. Encontramos en ella desde vestigios románicos del siglo XIII, hasta su acabado renacentista en el siglo XVIII, pasando por trazas góticas, tardogóticas e interesantes testimonios de cómo fueron influyendo los diversos ciclos económicos acaecidos a lo largo de los años en la evolución de la construcción del templo. Se da la circunstancia singular de que, al revés de lo que suele ocurrir en multitud de otros templos –que se construyeron sobre el lugar en el que apareció antes una imagen-, en la Iglesia de Vadocondes ha aparecido una imagen después de muchos años de estar construido el templo; se trata de una Virgen sedente del siglo XIII, aparecida hace sólo veintiún años y que hoy puede contemplar todo el que se acerque a visitar este lugar.
-¿Opinas que los pueblos pequeños de la comarca tienen muchas deficiencias que podrían solucionarse para que la gente apueste para vivir en ellos?
-Sí, tienen ciertas carestías notables pero, como sólo se vota cada cuatro años… En las localidades pequeñas de la Ribera es denominador común la incertidumbre y escasez de días y horas de consulta médica. También suele dejar bastante que desear el servicio de Internet que, a veces, sufre multitud de desesperantes interrupciones en la conexión.
-¿Qué beneficio tiene vivir en el mundo rural?
-Puedes disfrutar paseando por el campo al aire libre, soñando distraídamente, sin correr el riesgo de que te atropelle un patinete…; por ejemplo.
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