"Pensábamos que tener cerca un comercio grande te perjudicaría, pero vemos que la gente está volviendo a la tienda de barrio"

La entrevista de hoy está dirigida a un establecimiento que lleva más de 55 años con nosotros. Carnicería Cuevas abría a finales de los años 60 su establecimiento en la calle Carrequemada de Aranda de Duero. Desde hace años se sumó el establecimiento de la calle Burgo de Osma, una sala de despiece y hasta una cocina. David Cuevas está al frente en la actualidad, junto con su hermana Rosalía, de un negocio que sigue evolucionando, y mucho.

- ¿Cuáles son los inicios de Carnicerías Cuevas?

- Hace más de 55 años nuestro padre, Bernardo, emprendió un nuevo negocio junto con su socio. Pensaron en abrir una carnicería y eso hicieron, en la calle Carrequemada. La idea prosperó y consiguieron crear una fábrica de embutidos y morcillas que nos distingue.

- Llegáis los hijos y la evolución prosigue…

- Sí, hemos continuado en la estela de mi padre innovando. Con la nueva generación nació una sala de despiece en el polígono industrial y abrimos hace unos años la segunda carnicería en la calle Burgo de Osma. Lo que empezó como una carnicería tradicional se ha convertido en una empresa innovadora.

- Y con una línea de quinta gama. ¿Cómo habéis llegado hasta ahí?

- Es cierto, ahora nos distinguen también los productos elaborados. Mi padre comenzó con el embutido, seguimos con los cachopos y las croquetas, y desde hace dos años trabajamos la comida preparada. Codornices en escabeche, crestas de pollo, cochinillo asado, carrilleras, lasaña… y seguimos creando platos nuevos. Por ejemplo, para esta Semana Santa proponemos torrijas listas para tomar.

- ¿Los clientes son asiduos a estas recetas?

- Cada vez más, porque no hay tiempo para cocinar, todos trabajamos y hacer un guiso en condiciones lleva un tiempo. Por eso hemos querido apostar por ello, para poder comer en casa sin necesidad de perder tiempo.

 

 

- ¿Se vende menos, entonces, la carne tradicional de carnicería?

- Para nada, porque también hay personas a las que les gusta cocinar, como a mí. Yo gasto mucho tiempo en hacer guisos en casa, pero también es muy cómodo de vez en cuando comprar una tarrina, llegar a casa y calentarla sabiendo que estás comiendo algo completamente natural y con ingredientes de primera. Una cosa no quita para la otra.

- ¿Y a los restaurantes?

- Vendemos a muchos restaurantes de Aranda y la comarca, pero también de otros puntos de España. El lechazo y las carnes rojas son nuestros puntos fuertes. Trabajamos con ganaderos de la zona y somos nosotros los que elegimos lo que queremos vender y la calidad del producto local es lo que tienen más en cuenta. Tiene mucha salida, por ejemplo, el torrezno, lo confitamos preparado para hostelería.

- Todo esto se traduce ¿en cuántos puestos de trabajo?

- Ahora mismo componemos el equipo 13 personas. Comenzaron dos y no sólo nos hemos conseguido mantener, sino también crear puestos de trabajo, algo a lo que damos mucha importancia desde la empresa familiar.

- ¿Qué ha significado para el pequeño comercio la llegada de grandes supermercados?

- Bueno, siempre habíamos pensado que estar al lado de un grande te perjudicaría. Nosotros nos mantuvimos y el tiempo nos ha dado la razón, porque si al principio se notó una bajada, poco a poco hemos ido comprobando que la gente está volviendo a la tienda de barrio. Ven que el producto no es más caro y que la calidad es mejor porque son productos nuestros, de la tierra.

- ¿Qué es para ti Carnicería Cuevas?

- Lo es todo porque llevo toda la vida. He crecido con ello, y donde espero acabar si las cosas no se complican.

- ¿Qué dice tu padre cuando ve donde ha llegado el negocio que él creó?

- Pasa por los establecimientos o por nuestra nave y alucina con todo lo que ve y producimos. Le gusta ir a vernos y a nosotros que vea en qué se ha convertido su sueño.

Imágenes: @Enguel Vicente