"Tener contacto con un caballo nos ayuda a equilibrar nuestra energía y nuestras emociones"

 

Se dice de él que es el “susurrador de caballos” de España. Nacido en Buenos Aires (Argentina), Fernando Noailles Olivé se afincó en España hace 25 años y si algo destaca en él es el don que tiene de entender a los equinos como pocos pueden hacer. El 7 y 8 de junio imparte un curso en el centro hípico La Galinda de Aranda de Duero y con él hemos querido hablar en el día de hoy.

 

- ¿Cómo surge tu pasión por los caballos?

- Me regalaron mi primer caballo cuando nací, eso es lo que siempre cuenta mi madre, así que me crie con ellos y siempre he tenido una gran facilidad para la comunicación animal, desde muy pequeño. Hacía cosas con los caballos desde pequeño, pero también me apasionaba observar a las hormigas y a otro tipo de animales, todo lo que envuelve la energía vital.

- ¿Entender el lenguaje de un caballo lo puede hacer todo el mundo?

- Yo creo que sí, es algo instintivo y no dejamos de ser animales humanos, y digo animales humanos por la simple razón de que somos mamíferos, de que somos gregarios y hemos nacido para vivir en sociedades organizadas y organizadas naturalmente.

- ¿Qué nos puede aportar relacionarnos con los caballos?

-  El año pasado me invitaron a un congreso internacional de terapias ecuestres en México y ahí pude profundizar en lo que llaman “coherencia cardíaca”, una técnica que coordina la respiración con el ritmo cardiaco. Ya está comprobado científicamente que existe la energía vital, lo que muchos llaman el aura que tiene cada persona y que hoy en día se traduce en un campo electromagnético. El campo electromagnético de un animal humano puede llegar a los tres metros de distancia cuando nos encontramos en paz y confianza. El del caballo puede llegar a oscilar entre los nueve y los quince metros. Mucho más grande y más potente.

No conozco a nadie a quien no le atraiga el caballo, y cuando estamos en contacto o cerca de un caballo nos ayuda a equilibrar nuestra energía, nuestras emociones, a estar en paz y centrados en nosotros mismos.

- En esa relación estaría la equinoterapia…

- Llevo haciendo terapias con un caballo desde hace casi 20 años, es un entrenamiento emocional asistido con caballos y hoy en día son cada vez más las personas que se dedican a hacer coaching con caballos. Cada vez son más los profesionales que se dedican a esto y los resultados son impresionantes.

 

 

 

- Vienes a Aranda de Duero a realizar un curso de doma. Cuéntanos un poco en qué consiste.

- Es un curso se llama “la relación entre las personas y los caballos”. A los jinetes les enseño la parte técnica, pero el eje central está basado en la comunicación. Justo sobre lo que te estoy contando.  Sobre la relación con los caballos y obviamente con nosotros mismos, porque ya sabemos que la relación que tenemos con todos los seres vivos no es ni más ni menos que un reflejo de la relación interna que tenemos, y gran parte de este curso está basado en la parte de entrenamiento emocional.

- Así que ¿no va sólo dirigido a la gente que tiene caballos?

- Está dirigido a cualquier persona a la que le interese el tema de desarrollo personal y emocional y que le llame justamente el tema de la comunicación y del bienestar.

- Has liderado la protectora “Salva un caballo”. ¿Hay mucha gente que los abandona?

-  Si hay personas que dejan abandonados a sus mayores en una gasolinera o en la sala de espera de un hospital, a bebés en un contenedor, no es extraño que lo hagan con animales, con un caballo, con un perro… No son conscientes del grado de sufrimiento que puede tener otro ser viviente con el tema del abandono del maltrato.

He asistido a rescates realmente trágicos para rescatar caballos que estaban en los huesos caminando entre caballos muertos entre caballos o que estaban agonizando.

- ¿Qué sientes cuando la gente dice que eres un susurrador de caballos?

- Bueno, hoy en día estoy muy acostumbrado, pero antes no me gustaba demasiado. Date cuenta que llevo en España 25 años. Sobre todo al principio cuando llegué vi que llamaba mucho la atención la forma de comunicarme con los caballos y lo que lograba con ellos incluso llegaron a atribuirme poderes sobrenaturales,Tener  cuando es un poder que todos tenemos y que podemos desarrollar. Con el tiempo me parece un término muy bonito porque permite explicar que cuando hay una forma diferente de aproximarse a un ser viviente, -transmitiendo paz- tranquilidad y serenidad-, el otro animal también lo siente.