Víctor acaba de abrir su propio gimnasio en Aranda
Hace unos días puso en marcha un sueño que tenía desde hace tiempo: abrir su propio gimnasio dedicado al deporte saludable y los entrenamientos personalizados. IMPROVE GYM es el centro deportivo regentado por Víctor Cisnal y está situado en la Plaza Velázquez del Barrio de la Estación. El propio nombre ya lo dice todo: mejorar. Con esa filosofía de vida está tratando de hacer mejorar la de los demás. Nos acercamos a ese modelo de entrenamiento personalizado que cada vez es más demandado.
P. Inicias una nueva aventura profesional después de muchos años dedicados al entrenamiento y la preparación física
R. Pues así es. Desde pequeño siempre he estado ligado al deporte y también siempre he practicado muchas modalidades. Lo tuve claro que quería dedicarme a eso y enfocar mi trabajo a estos temas y una vez acabados los estudios de bachillerato y el TAFAD aquí en Aranda, me propuse montar algún día un gimnasio. He seguido formándose y encaminándome hacia la especialidad de entrenamiento de gimnasio profesional. Empecé trabajando en varios Centros Deportivos y Fittness en Aranda, luego pasé a ser entrenador online en la época de la pandemia, y al final he podio por fin abrir este gimnasio donde trato de ayudar a la gente presencialmente, que es donde me encuentro más a gusto. Es un sueño cumplido sí aunque todavía creo que puedo dar más pasos adelante en el futuro.
P. ¿Qué labor prestas en su centro deportivo?
R. Sobre todo está enfocado al trabajo “one to one”, que es trabajo personal dedicado a las personas que necesitan ayuda bien para mejorar un objetivo competitivo, una readaptación, de la movilidad en una rodilla o un hombro por poner unos ejemplos, bajar de peso, o simplemente mejorar su movimiento por temas de salud, que es muy importante. También hacemos ejercicios con grupos reducidos, entre 2 y 4 personas.
P. Para ello te ayudas de una serie de máquinas imprescindibles y enfocadas a esa especialización
R. Lo que he intentado es que con el “menor material posible”, aunque al final sí que hemos adquirido bastante, poder cumplir y llegar a todas las necesidades de movimiento de un ser humano. Todo enfocado al trabajo aeróbico y ahí disponemos de cinta, bici, remo, esquí....., que te permiten subir las pulsaciones para ese trabajo cardiovascular. Luego tenemos un empuje de trineo para desarrollar esas capacidades de fuerza, también una polea, unos cajones, una mancuernas, unas kettlebell… Con estos materiales desarrollamos los entrenamientos focalizados a los ejercicios que necesita cada persona. El mundo del entrenamiento es muy amplio y hay cientos de ejercicios, pero tratamos de llevar a cabo los más beneficiosos dependiendo del perfil y las necesidades.
P. ¿O sea que la evolución del entrenamiento a través del diagnóstico personalizado ya es un hecho?
R. Por ahí van los tiros. Se hace una valoración inicial nada más entrar por la puerta. Y el primer entrenamiento que hacemos con esa persona se enfoca a lo que ella y su cuerpo nos cuentan. Hacemos unos test para llegar a un estudio global y luego empezamos a trabajar ya más específicamente. Por ejemplo podemos encontrar algo que está causando dolor o daño que proviene de una mala pisada o una deficiencia de activación en un grupo muscular. Los ejercicios seleccionados son los que tú necesitas para mejorar esa limitación.
P. "Men sana in corpore sano". ¿Al final en esta sociedad tan estresada y estresante es lo que las personas van buscando para sentirse a gusto no?
R. En ese sentido el trabajo de psicólogo además del de entrenador personal es también muy importante. Hay días donde uno está más cansado, y es fundamental reducir la intensidad de los entrenamientos. Y al revés. Luego sí que es verdad que los grupos reducidos potencian mucho más esa relación. Por ejemplo vienes de tu trabajo un poco quemado y entras por la puerta y te encuentras con su grupo de amigos y compañeros de gimnasio, o conmigo, en plan motivador, pues te separas un poco de la vorágine del día y disfrutas del entreno una barbaridad. Eso te lo permite entrenar en grupo, con tres o cuatro personas.
P. ¿Por qué elegiste el barrio de la Estación?
R. No lo conocía mucho porque yo soy del barrio de las Tenerías de toda la vida, y tengo que decir que me ha sorprendido gratamente. Tenía un poco el miedo de que la gente lo viese como un gimnasio alejado del centro y demás, pero al final he acertado porque es un sitio amplio, hay mucho aparcamiento, no dejamos de estar en el propio Aranda, y el público está respondiendo de forma fenomenal en estas primeras semanas que llevamos funcionando. Tenemos las puertas abiertas para todo el mundo. Que vengan, que nos conozcan, y aquí nos vemos.
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