A través de un decreto firmado por la alcaldesa de Aranda en la tarde de ayer jueves y teniendo en cuenta la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 por la que se ha declarado Estado de Alarma, desde el Ayuntamiento de Aranda se establece a partir de ahora un número máximo de 10 asistentes en los funerales y entierros que tengan lugar en el cementerio municipal de Aranda de Duero “San Pedro Regalado”. Del mismo modo se limita la distancia de seguridad entre los asistentes como mínimo de un metro.
De esta manera se tienen en cuenta las medidas de contención del Estado de Alarma en relación con los lugares de culto y con las ceremonias civiles y religiosas incluidas las fúnebres. El fin de evitar aglomeraciones es conseguir que con estas medidas se frene posible contagio del coronavirus en un momento en el que la lucha a terminar con esta pandemia pasa por evitar su propagación.
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