Hasta el 19 de abril de 2020 se puede visitar en el espacio 5.1 de Ifema en Madrid la exposición ‘Tutankhamon: La tumba y sus tesoros’, ofreciendo una rara oportunidad de trasladarse a los tiempos en que el egiptólogo inglés Howard Carter descubrió en noviembre de 1922 la única tumba no violada de un faraón. La muestra recoge una espectacular reconstrucción de la tumba del faraón tal y como Carter se la encontró aquel mes de otoño, una visión única de un descubrimiento que dio lugar a una leyenda. “El visitante podrá retroceder casi 100 años, y se verá entrando en la tumba de Tutankhamón como si fuera el propio Carter, entenderá la historia del faraón y cómo vivió en el Más Allá, sin maldiciones ni mitos, descubrirá cómo se enterraban a los reyes en Egipto”, cuenta Esther Pons, asesora científica de la exposición.
Así, la muestra permitirá descubrir las tres cámaras del faraón, conocer cómo fueron las labores de excavación previas al descubrimiento y ver más de mil réplicas de las piezas originales a lo largo de 2.000 metros cuadrados. Entre esas joyas está la Máscara de Oro, uno de los objetos más preciados de todos los tiempos, cuyo original se encuentra en el Museo Egipcio de El Cairo. “También se podrá ver una réplica del carro donde Tutankhamón iba a pasear, los tres ataúdes, uno de ellos de oro, así como la Capilla Canópica, el lugar donde se encontraban las vísceras del faraón”, añade Pons.
La muestra hace un recorrido didáctico también en torno a las costumbres funerarias de los egipcios, alejadas de las leyendas sobre las maldiciones que se atribuyeron al equipo que descubrió esta tumba a principios del siglo XX.
Tutankhamón, hijo de Akhenatón, faraón de la dinastía XVIII (Reino Nuevo), ascendió al trono siendo un niño, gobernando de 1337 hasta 1327 a.C., aproximadamente. El arqueólogo Howard Carter se puso como meta en su vida encontrar su tumba, y cuando la descubrió y bajó los 16 escalones que dan acceso al tesoro, cambió para siempre la Historia y comenzó la leyenda. Carnarvon moriría poco después de la apertura del sarcófago y otros miembros del equipo de Carter tiempo después por causas desconocidas, lo que incitó a hablar de “venganza” por parte del faraón.
Fuente e imagen: IFEMA
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