De empatías...

Habemus cuasi presupuesto. Parece que el jueves será la definitiva. Una vez más, pasaremos prácticamente la primera parte del año sin cifras actualizadas y luego llegarán las prisas y los “lloros”. A partir de ahora comienzan las apuestas de qué se llegará a ejecutar y que no. Se aprueban esta semana, se publicarán en el boletín, un mes de exposición pública... A partir de ahí, las dudas y las preguntas. Se llegarán a contratar las obras de los jardines de Don Diego, la iluminación del río Duero en rojo (vino), etc…

Pero hoy no voy a hablar del global, quiero ir al detalle. Entre las grandes cifras que encierra el presupuesto, hay un pequeño movimiento que dice mucho. Se ha incluido como con calzador, para que pase desapercibidos, con escasa notoriedad y así todos contentos. Y es que se trata de un tema que cala en la ciudadanía. En estos presupuestos, nuestros concejales se han subido el sueldo (más bien, la retribución). Ahora que se habla tanto de dinero y de lo que se cobra de las arcas públicas, no está de más hacer mención de ello.  Una vez que los presupuestos entren en vigor, los ediles sumarán una asistencia más a su retribución mensual y con ello un pellizquito a mayores.

La alcaldesa, queda fuera, ya que es la única con dedicación exclusiva y cobra al año la friolera de 58.726,05 euros brutos distribuidos en catorce pagas. Por su parte, los concejales del equipo de gobierno y portavoces de los partidos están cobrando por seis asistencias y la oposición por cinco. Ahora se pasará a siete y seis respectivamente. Una subida mensual de 185 euros al mes para unos y 170 para otros. Cogiendo la calculadora, el resultado arroja que con las nuevas cifras en vigor, los concejales de gobierno y portavoces cobrarán al mes 1.295 euros y los representantes de la oposición 1.020 eros. Transparencia, sobre todo (por lo menos en este espacio).

Lógicamente, a la calle llega el debate de si es mucho o poco. La respuesta a ello, siempre es subjetiva. Eso sí, si hay que guiarse por los resultados del trabajo  cuanto menos no parece el momento oportuno.  La gestión se cuenta por despropósitos y a la oposición se la percibe como desaparecida. Se antoja complicado que la ciudadanía pueda empatizar con la aprobación de este premio de consolación para los munícipes, aunque lo vendan como una ‘propinilla’. Probablemente tampoco se pueda empatizar con la suculenta nómina de Alcaldía, viendo su saldo de logros y éxitos. La empresa pública (política) es así, han sumado los once votos y no han necesitado defender méritos o dar explicaciones a alguien más. Por cierto, empatía, que bonita palabra, a pesar de que algunos dirigentes saquen pecho por desconocer su significado.

Y a todo esto, al balance de resultados se siguen sumando 'logros'. La biblioteca municipal sigue sin poder comprar libros a pesar de que se vendió hace ya cuatro meses que el problema estaba solucionado (aunque de la Cultura ya hemos notado que 'pasan'). Los premios Envero se retrasan tres semanas porque el Consistorio no ha sido capaz de adjudicar a tiempo el contrato de organización (¡Viva el Vino!). Y, mientras tanto, la cuenta de cinta de balizar en el Ayuntamiento se dispara. En el edificio de los Maestros (Policía Local), en la ermita de San Isidro y en decenas de ríncones… Acordonar para olvidar…