Sí, tenemos memoria, aunque algunos se olviden, sobre todo cuando se acercan las citas con las urnas. Estamos a seis meses de las elecciones y comienzan las precampañas, paseos, visitas, fotos y, el producto estrella, las promesas. Lo peor de todo es que algunas de esas promesas o los proyectos urgentes son los mismos que hace cuatros años, y que hace ocho, y que hace doce… En la Ribera del Duero eso pasa mucho y se nota especialmente con las grandes infraestructuras.
Esta pasada semana hemos tenido uno de los primeros paseos políticos de precampaña electoral. A estas alturas de la película que, como periodista, pero también como ciudadana, alguien que lleva años en un partido que ha gobernado en la región y el país; declare que la Autovía del Duero es un proyecto “irrenunciable” e “imprescindible”, que la reapertura de la línea férrea Madrid-Aranda es “irrenunciable” e “imprescindible” y que la construcción de un nuevo hospital es “irrenunciable” e “imprescindible”, parece nada creíble. No preguntamos por otros proyectos a mayores, pero seguramente si hubiéramos cuestionado sobre la circunvalación Este, la estación de autobuses o el impulso al centro tecnológico también habría sido algo prioritario. En la tómbola de promesas, además, hay espacio para un tema sensible, la llegada nuevas especialidades al hospital de los Santos Reyes. ¿Tenemos vacantes en todas las especialidades que no se logran cubrir y nos van a traer más? Escepticismo absoluto.
Me estoy refiriendo a la visita el pasado miércoles del presidente regional del Partido Popular y candidato a la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, pero llegarán muchas más, de otros partidos, aunque en términos similares. Quiero que sirva como ejemplo de lo que va a pasar en los próximos días, semanas, meses… hasta el 26 de mayo, fecha de las elecciones locales y regionales. Va a ser como un día de la marmota de promesas de todos los colores.
Volviendo en el coche del paseo político en el polígono industrial Prado Marina con mi amiga y compañera de periplos periodísticos, Nieves López, nos dio tiempo a hacer memoria de ciertas promesas que hemos tenido que escuchar a lo largo de los años, milongas. Esas ya en un plano más municipal y, algunas de ellas, de lo más surrealistas. Desde el puente estilo Calatrava que se iba a colocar sobre el río Duero al construir una ronda interna, unas viviendas bioclimáticas en La Calabaza, 50 kilómetros de carril bici por toda la ciudad, una segunda piscina cubierta municipal en Santa Catalina, el soterramiento del tráfico en los jardines de Don Diego, la feria del vino, la Universidad, los parkings subterráneos en el centro y Santa Catalina, un polideportivo en El Montecillo, un parque botánico en el General Gutiérrez. Se podría crear hasta una sección con el título: ¿Qué fue de…?
A partir de ahí, mirando algunos programas electorales, ya en el año 1999, hace casi 20, se prometía la construcción de un nuevo auditorio o de un museo interactivo del vino. En los libretos políticos de 2003 ya daba por hecha la adaptación del Plan General de Ordenación Urbana a la normativa vigente, la construcción de la ronda interna y los parkings subterráneos. La creación del ente de conservación del polígono industrial Allendeduero data de 1995 como mínimo. La potabilizadora de La Calabaza, la solución al edificio Orfeón Arandino, un centro de tercera edad para El Polígono son otros de los asuntos que aparecen en programas y que nunca llegan.
¿Con qué nos sorprenderán esta vez? Lo comentaremos, seguro
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