El panorama está revuelto. Se nota. Al nerviosismo y expectación que se palpa en el mundo político, más aún tras el anuncio de la presentación del próximo viernes, el jolgorio también se ha trasladado al ámbito empresarial. Estoy hablando de esa llamada reflexión o lista de propuestas que se ha remitido, tipo misiva, por parte de la Asociación de Empresarios de Aranda (por lo menos así se firma) a los grupos municipales en el Ayuntamiento. Digo que así se firma, porque son muchos los empresarios que desconocían el escrito (así lo confirman tajantemente). Es más, algunos colectivos se han sentido atacados por el mismo, más aún cuando el membrete de su asociación presidía el documento. Hosteleros, bodegueros y empresas del sector todavía no se han recuperado del “guantazo sin manos” que le han dado sus ‘compañeros’. Piensan, con toda lógica, que las cosas se pueden reivindicar sin perjudicar al resto y, más aún, sin menospreciar. El yo facturo más que tú y me hacen menos caso, y cosas de ese estilo. Parece que eso de que la unión hace la fuerza, se ha estilado poco.
Concretando sobre el documento. En la eterna enumeración de carencias, en el desglose de los despropósitos municipales en prácticamente todos los ámbitos, en las necesidades imperiosas de buscar un revulsivo, desde luego, no puedo estar más de acuerdo. Simplemente con tirar de hemeroteca quedaría demostrado que muchas de esas situaciones que se denuncian en el documento ‘reflexivo’ se han recogido aquí desde que comenzará este espacio de opinión hace cuatro años. No hay infraestructuras, los polígonos industriales son un desastre, ni existen lugar donde aparcar, ni mesa de empleo y un largo etcétera. Así es, bienvenidos a la realidad.
Dicho esto, me llaman la atención varios aspectos. La carta se envía siete meses antes de unas elecciones municipales. Así como programa electoral político. Y la pregunta es, ¿dónde han estado esas reivindicaciones en los últimos tres años y medio? Está fenomenal decir que los Arandabonos han sido un fiasco. Lo fueron de forma absoluta, pero los ha acompañado casi un año de silencio. Quizás, en su día, si se hubieran puesto los puntos sobre las íes al Ayuntamiento, el cuento hubiera sido diferente, por lo menos para una segunda edición. Un colectivo empresarial fuerte, tiene el suficiente peso como para conseguir que eso se corrija y que lleguen nuevas campañas en condiciones ya que el Ayuntamiento ha demostrado que es incapaz. En Burgos, van por la tercera. Con éxito absoluto.
También recuerdan que no se ha celebrado (ni se va a celebrar) Fiduero, o la Feria del Vehículo de Ocasión, o el Salón de la Construcción… Son cosas que se sospechan desde principios de año. Si el Ayuntamiento no da pasos en firme seis meses antes de su celebración, está claro que no va a suceder. Y estaba prevista para junio. Se echa en falta ese espíritu reivindicativo, más allá de salir una vez cada cuatro años, así como carta a los Reyes Magos. Es una propuesta constructiva y así nadie acusa a nadie de fines electorales.
En cualquier caso, de la carta de reflexiones se deja entrever que solo se ha cumplido el reto de la Ciudad Europea del Vino. En realidad, ni tan siquiera se ha ejecutado (en el pronóstico más optimista) un 25% el programa anunciado en su momento y en parte gracias a iniciativas de colectivos y empresas. Lo dicho, quedan siete meses y estamos en plena cuenta atrás.
|
||||||||||||||||||||||||||
|