Descontando

Algunos pueden pensar que todavía queda mucho por delante, pero la artillería está preparada. Hay que ser realistas, se ha pasado esa barrera psicológica que marca que queda menos de un año para las elecciones municipales y cada uno, en su medida, va tomando posiciones. La cita con las urnas será el domingo 28 de mayo de 2023 y, nos lo queramos creer o no, ya estamos en campaña. Algunos ciudadanos lo denotan porque están levantando muchas calles, pero hay otros factores.

Parece, por ejemplo, que ahora el Ayuntamiento quiere acercar posturas de forma sorpresiva con los bomberos. De un no rotundo. De ese no es no. De los expedientes sancionadores, de los despidos… De la campaña de descrédito… Ahora, se intenta lanzar el mensaje de que se ha cambiado de estrategia, que se va a negociar y que están dispuestos a… A ¿Qué? Eso ya no se sabe.

Desde luego, que el problema de falta de medios en el parque de bomberos hay que solventarlo, es de primera necesidad. Es una verdadera pena que no se haya hecho hace un año y medio cuando la ciudad y los ciudadanos, las comarca y los ribereños, nos quedamos en una auténtica situación de desprotección, sin retén de guardia, sin los medios necesarios…  Llega tarde y habría que saber cuál es el motivo de la jugada. Si es solo una puesta en escena, si es el temor por tener a la calle en contra (Ahí están las concentraciones). Habrá que esperar a acontecimientos y saber si hay intención real o es una estrategia de imagen. Es una lástima, porque lo que se intuye de todo esto, es que una vez más los pasos a favor de la ciudadanía, se basan no en el interés general o garantizar la seguridad común, sino en intereses personales para sacar mejores los réditos. Aún así, esperemos que la solución llegue, por la seguridad de todos.

En estos últimos días también hemos visto que se ha hecho firme la sentencia que tumba la licencia de la plaza de toros. Ahora mismo, no se puede utilizar esa instalación. La verdad es que es extraña la actitud de la empresa propietaria, porque acudiendo a casación era la forma más sencilla para asegurar la feria taurina (al no hacerse firme la sentencia hasta la resolución del recurso). Ahora, habrá que tramitar una nueva licencia, esta vez esperamos que se aseguren que cumple la legalidad. Solo quedan tres meses, se antoja poco tiempo para cumplir todo lo que marca la ley, aderezado con que el propietario no ha presentado todavía la documentación y el atasco histórico que sufra la oficina de obra. Y eso me lleva a pensar, (malpensada que es una) que quizás este año a la propiedad no le cuadran las cuentas y puede cerrar mejor el año sin hacer feria. No tienen prisa en tramitar una nueva licencia y eso dice mucho, viendo los veranos "calentitos" con ese tema que se han vivido históricamente. O no les interesa hacer feria, o van a echar algún órdago al Ayuntamiento. Al tiempo. El Consistorio, de momento, no muestra nerviosismo, pero lo auguro en pocas semanas, ya que en su seno interior albergan una extraña sensación que les dice que los toros marcan las urnas. (cosas inexplicables)

Con estas reflexiones desperdigadas quiero decir, señores, que estamos en campaña, en la época en la que cualquier cosa es posible. En la que se verán alianzas y desencuentros. En las que se denotarán movimientos que sorprenderán al menor sorpresivo, en el que se mendigarán puestos, en el que buscarán nuevas siglas que acojan y en el que se elucubrará sobre si un Mirlo Blanco vendrá a salvarnos . Un tiempo en el que el equipo de gobierno intentará tirar de chequera (en muchos casos con pleno desatino) y en el que una oposición dormida tendrá que empezar a despertar, si es que quiere pintar algo.